La Justicia federal rechazó una medida cautelar solicitada por la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) para detener la exploración y explotación hidrocarburífera offshore a 320 kilómetros mar adentro de las costas de la ciudad de Mar del Plata, hasta tanto se evaluaran los impactos acumulativos de la actividad .
La justicia federal no econtró «evidencias suficientes» para frenar el proyecto, y agregó que, de prosperarse el bloqueo, también debería frenarse la producción que se encuentra en la Cuenca Austral del país.
«Se debe tomar en consideración también el perjuicio económico que se ocasionaría al país de hacer lugar a la medida solicitada, ya que las inversiones comprometidas por las empresas y las actividades de exploración y explotación ya encaradas sufrirían un perjuicio imposible de revertir, poniendo en inminente peligro la continuidad de los desarrollos offshore para el futuro de la República”, señaló la resolución del Juzgado Contencioso Administrativo Federal N° 8.
Es que el offshore en la Argentina tiene más de 40 años de actividad. En efecto, el 17 por ciento del gas proviene de un desarrollo offshore que proviene de la cuenca austral, que es el proyecto Fénix en Santa Cruz, Tierra del Fuego y Estado nacional. “De hacerse lugar a la medida, no sólo se paralizarían todas las campañas sísmicas en curso, las que eventualmente podrían dejarse sin efecto definitivamente, sino que se frenaría la producción de petróleo y gas natural en la Cuenca Austral de nuestro país», explicó el juez en el escrito.
Esa producción «se destina al abastecimiento del consumo interno (residencial e industrial), y los proyectos que se encuentran actualmente en una etapa de construcción para compensar el declino de la producción de gas y de esta manera abastecer la demanda interna de una energía fundamental como es el gas natural. Esto generaría que el país deba “recurrir de emergencia a la importación de gas natural licuado a precios internacionales sensiblemente superiores a los precios internos del gas natural, con el consiguiente impacto negativo en la balanza comercial”, alertó.
Ambiente y desarrollo
La exploración y explotación de petróleo y gas en el mar volvió a tensionar la soga de la que tiran por un lado los desarrollistas y por el otro los ambientalistas. Dólares, trabajo, experiencia, desarrollo local y transición energética por un lado. Ballenas, derrames y contaminación visual por el otro.
En términos generales, el apoyo viene por parte de las empresas pero también de muchas de las universidades y desde diversos sectores gremiales y productivos con argumentos a favor de la generación de divisas y empleo en pos del desarrollo de la ciudad y del país. También del gobierno: “Tenemos muchas expectativas en el proyecto Argerich y el próximo mes se comenzará con la primera etapa de perforación”, expresó la Secretaria de Energía, Flavia Royón, durante su visita por la 14 edición de la Argentina Oil & Gas Expo 2023.
“Si bien estamos en transición energética, a la transición hay que financiarla, y lo que nosotros defendemos y planteamos es que la transición energética tiene que estar hecha en nuestro país en la medida de nuestros recursos, de nuestras capacidades, de nuestras competencias, pero con crecimiento y con bienestar para todos los argentinos y las argentinas”, justificó.
El argumento es la importancia económica que puede tener el mismo para el país: los estudios preliminares realizados por YPF consideran que podría existir un yacimiento con capacidad de producir 200.000 barriles de petróleo por día, que es casi el 40 por ciento del petróleo que hoy produce la Argentina. Con este dato se podrían recaudar 7300 millones de dólares anuales de producción de petróleo, a dividir por las compañías participantes: YPF, Shell y Equinor.
Además, alegan que la técnica no es nueva en el mundo y que en Argentina hay actualmente treinta y seis pozos mar adentro en actividad, que abastecen el consumo del 17 por ciento del gas que llega a hogares e industrias.
Del otro lado, las preocupaciones son por el impacto ambiental, además de que descreen del argumento por el desarrollo económico: “Se entregan nuestros territorios a empresas multinacionales que los transforman en zonas de sacrificio. 35 de los 36 pozos offshore que se encuentran en producción en Argentina están en Tierra del Fuego y Santa Cruz. Tierra del Fuego es una de las provincias con más subsidios en combustibles fósiles, la más endeudada, el 29 por ciento de la población no tiene acceso garantizado a la energía, el daño ambiental es muy preocupante, casi no se puede pescar, ni recolectar frutos del bosque, está comenzando a faltar el agua. El sector ocupa el segundo lugar en el Producto Bruto Geográfico, pero sólo emplea al 2,6 por ciento del empleo privado”, aseguró Denise Alonso de la Asamblea por un Mar Libre de Petroleras.