Una mirada desde las petroleras: Situacion global y oportunidad para Argentina

Marcos Bulgheroni, el CEO de Pan American Energy Group (PAEG), participó de la conferencia de Abeceb e hizo un análisis del sector energético global y de la incidencia que tendrán los nuevos cambios geopolíticos, como el conflicto en Medio Oriente. Además, habló sobre el rol que podría jugar la Argentina en una nueva etapa para la integración regional.

“El año 2023 pasa a ser el primero de la ‘nueva normalidad’. Tuvimos eventos que impactaron muy fuerte en la industria, como el Covid 19 y la guerra en Ucrania. En el año 2023 volvemos al equilibrio de una nueva era”, dijo el empresario petrolero, a modo de introducción.

Bulgheroni sostuvo que esta nueva normalidad llegó con precios internacionales del barril de petróleo más altos, en torno a US$90. “Esto se debe, en parte, a que China volvió al mercado a consumir petróleo y gas después del cierre del Covid, y en parte también porque los países productores limitaron su oferta”, indicó en referencia a la menor producción que proponen las naciones miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo ampliado (OPEP+), como Arabia Saudita y Rusia.

Otro cambio en este nuevo mundo es que se modificaron los flujos de exportación, dijo el empresario petrolero. “Antes los flujos iban de Rusia a Europa, principalmente, ahora cambió el flujo de esas moléculas. Rusia empieza a venderles a India, China y al resto de sudeste asiático, mientras que Europa empieza a mirar hacia el Occidente y empieza a comprarles más a Estados Unidos, algo a África y también algo a América Latina. Hay una suerte de división del mapa de la energía después de la guerra”, explicó.

Sobre el conflicto en Medio Oriente, iniciado luego del ataque terrorista de Hamas a Israel, dijo que los efectos “por ahora son acotados”. Pero previó que podría haber un impacto mayor si se regionaliza. “Eso tendrá efectos en la reducción de la oferta, porque Irán sería sancionada y tendría que bajar sus niveles de producción. También tendría un efecto en la logística, porque gran parte de los barriles pasan por el Golfo de Pérsico. Y podría tendrá efectos en la demanda a través de una potencial recesión de la economía mundial y una suba de tasas”, analizó Bulgheroni.

Sin embargo, llevó un mensaje de optimismo: “Esta es una gran oportunidad para proveedores alternativos, no tradicionales, en particular Latinoamérica y en particular Vaca Muerta. Es una oportunidad que no queremos pensar que se pierde”.

Con relación a las demandas sobre la industria petrolera para aggiornarse a la transición energética para paliar el cambio climático, el empresario dijo que el sector “está evolucionando”. Y explicó: ”Hasta ahora, la industria en gran medida ha tratado de resistir, o tuvo esas diferentes fases, de enojarse, de llorar, de tirarse al piso, de decir que no es el culpable. Finalmente, se decidió que tiene que ser parte, que tiene que ser protagonista”.

“Ahora bien, también la realidad de la industria se expone y no es solo la voluntad de querer cambiar. La industria tiene claro que hay un problema y que tiene que ser parte de la solución. Pero nadie sabe cuál es la solución, cuál es la tecnología adecuada para, mágicamente, proveer energía bajando las emisiones. Sabemos que, por un lado, tenemos que seguir proveyendo energía a millones de consumidores y apoyar el crecimiento económico, en particular en las regiones de países emergentes, pero sabemos también que, al mismo tiempo, tenemos que hacerlo bajando la intensidad de carbono en esas moléculas”, dijo Bulgheroni.

El empresario dijo que, probablemente, la solución será “una transición en la cual haya varias tecnologías que convivan y que compitan en el tiempo, hasta que una termine siendo la dominante, probablemente para ciertas regiones, y otra para otras regiones”.

Bulgheroni dijo que en esa transición energética, “sin duda, los hidrocarburos van a seguir siendo un factor importante” por mucho tiempo, en particular, el gas. “Desde esa perspectiva, la industria tiene que seguir produciendo petróleo y gas, con menor intensidad de carbono, además de invertir, junto con las industrias que tienen grandes emisiones de carbono, en abordar esta situación”, señaló. Entre ellos, mencionó la energía renovable y la tecnología de captura de carbono, donde también la industria debe ser partícipe.

Visión sobre la Argentina

Sobre la Argentina, Bulgheroni dijo que “hay recursos de todo tipo”, pero mencionó en particular el gas, que cumplirá un rol fundamental en la transición energética. “Las reservas de gas en Vaca Muerta son muy importantes. Tenemos que hacer que sea el corazón de una regionalización. Que haya un mercado de gas sudamericano, sobre todo que comunique a todos los países del Mercosur, más Chile y Bolivia”, indicó.

En este sentido, dijo que la primera fase del plan se logró con el gasoducto Néstor Kirchner y con las futuras obras de extensión y de reversión de los ductos del norte. “Este proceso permitirá llevar el gas de Vaca Muerta hacia la frontera del norte y eventualmente brindar energía a los demás países. Si se crea el anillo energético sobre la base del gas, podemos exportar hasta 20 millones metros cúbicos día (m3/d) a Chile y Bolivia, y llegar al centro productivo de Brasil, a San Pablo, con otros 30 millones. Si sumamos Uruguay, son otros 15 millones de m3/d más”, agregó.

También se refirió a la capacidad del país de desarrollar otros recursos, como las energías renovables, tanto solar como eólica. “Tenemos en la Argentina estos dos grandes pilares, uno más accesible y otro más de corto caso. Estoy seguro de que, a través del tiempo, se va a desarrollar para crear un polo de generación y exportación de energía, a través de moléculas o de electricidad a nivel industrial”, concluyó.

Sofía Diamante

Comentario de AgendAR:

En este portal estamos deacuerdo que el petroleo y el gas seguiran teniendo un papel importante en la proxima decada. Y probablemente mas alla.

Pero nos llama la tencion la ausencia en el analisis a la energia nuclear. Una fuente de base y no contaminante. Nuestro asombro no es tanto ante la postura tradicional de las petroleras sino ante el silencio de las empresas e instituciones vinculadas a la industria nuclear.

A.B.F

VIALa Nación