La CONAE junto a otras instituciones avanza en las investigaciones para brindar información que sirva a la gestión de los recursos hídricos en zonas áridas del país, que en las últimas dos décadas vienen sufriendo una disminución de las precipitaciones.
La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) concluyó la tercera campaña de campo en la provincia de San Juan, para avanzar en las investigaciones que se realizan en el marco del Proyecto Interinstitucional en Temas Estratégicos (PITES), con financiamiento del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, dedicado a la gestión del agua en zonas áridas.
La iniciativa es llevada adelante por la agencia espacial argentina junto a otras instituciones como la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Instituto Nacional del Agua (INA).
El objetivo es realizar un estudio integral del río San Juan, abarcando sus cuencas alta, media y baja, para diseñar políticas públicas que ayuden a mejorar el uso, el manejo y la gestión del agua en esa provincia.
Además, este es el primer proyecto de articulación interinstitucional del Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación para la Gestión Integral del Agua en el Árido (CeGIAA), que se inauguró en mayo de este año y está especializado en la gestión sostenible del agua en ecosistemas áridos.
La región árida y semiárida representa el 70% de la superficie del territorio argentino. En estos ambientes la disponibilidad de agua constituye uno de los principales factores limitantes de la productividad primaria y tiene efectos directos e indirectos sobre los procesos ecosistémicos, culturales y socioeconómicos. En estas áreas se suman, además, condiciones de estrés vinculadas a temperaturas, salinidad y erosión que generan impactos notorios en la disponibilidad y calidad del agua, en comparación con otras regiones.
La importancia del monte nativo y el uso de satélites
En el marco de este proyecto, la CONAE realizó la segunda campaña de campo entre el 17 y el 20 de septiembre en el departamento de 25 de Mayo, al sur de la provincia de San Juan, donde se extiende la cuenca baja del río y la zona de secano. Esta región posee precipitaciones anuales de 85 mm y una temperatura media de 22 °C, lo cual representa una limitante para la producción agropecuaria, en particular de cabras y el cultivo de especies tolerantes.
“En estas áreas el cultivo del pistacho, debido a su tolerancia a las condiciones de suelo áridos y con altos tenores salinos, no sólo está desplazando a los pequeños productores ganaderos y hortícolas, sino que también reemplaza el monte nativo, principalmente conformado por algarrobo y especies xerófilas” (del griego xero-: seco, -fitos: planta), explicó Gabriela Patat, profesional de la Gerencia de Observación de la Tierra de la CONAE, quien viajó hasta el lugar junto a Camilo Barra para avanzar en los trabajos de campo. El objetivo final es elaborar un Mapa de Humedad del Suelo con información de los satélites SAOCOM 1, y un mapa de vegetación del monte nativo con datos provistos por el Radar de Apertura Sintética (SAR).
Los profesionales de la CONAE tomaron mediciones en el lugar con el sensor de suelo Hydra Probe II (Stevens), para estudiar parámetros como humedad, temperatura y salinidad, al mismo tiempo que el satélite SAOCOM pasó por el mismo sitio y adquirió información desde el espacio. “Este sensor utiliza una tecnología de medición basada en la constante dieléctrica del suelo. Consiste en un electrodo que se inserta en el suelo y emite una señal electromagnética de alta frecuencia. Esta señal estima la constante dieléctrica del suelo y por medio de una ecuación la transforma en humedad de suelo volumétrica”, indicó Berra. “Ahora tendremos que correlacionar los datos obtenidos en campo y la estimación de la humedad de suelo por parte del SAOCOM 1”, dijo Patat.
Estos estudios de la CONAE se apoyan en investigaciones realizadas por Mariana Martinelli y Raúl Tapia, profesionales de la Estación Experimental del INTA Pocito, que desde 2017 vienen observando cómo la vegetación nativa conserva humedad en la estructura del suelo donde está implantada, más allá del aporte de las precipitaciones. En este sentido, se busca valorar el rol ecosistémico del monte y advertir sobre las consecuencias de su degradación.
“Es importante medir la humedad en ambientes áridos para comprender y monitorear las condiciones del suelo en esas áreas. Esto puede ser útil para la agricultura en regiones áridas, ya que permite determinar cuándo y cuánto regar los cultivos. La información también es útil para gestionar los recursos hídricos, evaluar la disponibilidad de agua en el suelo y predecir posibles sequías. Además, el monitoreo de la humedad del suelo en entornos áridos puede ayudar a optimizar el uso eficiente del agua y conservar los recursos hídricos”, apuntó Barra.
Esta se trata de la segunda campaña de campo que realizan en el lugar. La anterior se llevó a cabo en abril de 2023, durante la cual realizaron un reconocimiento de las unidades vegetales, ensayos de infiltración y un taller junto con el INTA y el INA. La próxima visita se realizaría entre marzo y abril del año que viene, para sumar a las investigaciones muestras de suelo tomadas durante la estación húmeda y avanzar en la calibración del Mapa de Humedad de Suelo.
El aporte de la nieve, los glaciares y las vegas
En abril de este año, la CONAE realizó otra campaña de campo en la cuenca alta del río San Juan, una zona de montaña donde se ubica la nieve y los glaciares, en particular los de escombro que alimentan los recursos hídricos de la región, y las vegas cordilleranas, como se denomina a los humedales en altura.
Para realizar esta campaña viajaron al lugar Sofía Teverovsky, Miguel Rodríguez Maiztegui y Santiago Bustos Revol, de la Gerencia de Observación de la Tierra de la CONAE, junto a profesionales del INTA y de la Universidad Nacional de San Juan.
El objetivo es monitorear las vegas y los glaciares con información de los satélites SAOCOM 1, para generar un Mapa de Humedad de Suelo. Para ello, se emplea la misma metodología que el grupo viene desarrollando en Antofagasta de la Sierra, en la provincia de Catamarca. Tras dos años de trabajo, este Mapa de Humedad de Suelo actualmente se encuentra en las fases finales de la calibración y validación. El producto servirá como modelo para toda la región árida del país.
Las investigaciones aportarán conocimiento a los estudios que ya viene realizando en la zona la Universidad Nacional de San Juan.
Nuevo centro de investigación
El Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación para la Gestión Integral del Agua en el Árido (CeGIAA), con sede en Pocito, provincia de San Juan, es un ámbito interinstitucional que vincula a diferentes organismos de ciencia y técnica para abordar las problemáticas relacionadas con los recursos hídricos en zonas áridas, con el foco en la gestión sostenible de los ecosistemas. La CONAE forma parte de este Centro junto al INA, la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), el INTA y el Gobierno de la Provincia de San Juan. Además se conformó un comité científico que brindará información periódica y precisa sobre el estado de la nieve y la gestión del agua para toda la comunidad.
“La CONAE participa brindando información y asesoramiento sobre observación de la Tierra en zonas secas, donde la producción socio económica gira alrededor del aprovechamiento del agua”, dijo Álvaro Soldano, subgerente de Aplicaciones y Productos de Observación de la Tierra de la CONAE y representante de la agencia espacial nacional en el directorio del CeGIAA. “Estamos brindando información gratuita, con un plan de adquisiciones de imágenes satelitales sobre la cuenca, para generar productos que permitan calcular el equivalente de agua nieve y la humedad del suelo”, agregó.
“Debido a las bajas precipitaciones, estas zonas dependen de la fusión de la nieve en las montañas durante la primavera, para obtener el agua que se aprovecha durante esa estación, el verano y parte del otoño. No obstante, este recurso hídrico viene disminuyendo en los últimos 20 años, no sólo en San Juan, sino en todas las provincias cordilleranas, lo cual impacta en la producción agrícola, debido a que más del 70% del agua disponible se utiliza para el riego”, indicó Soldano.
Por esta razón es necesario optimizar el riego mediante la utilización de tecnologías más eficientes, como el monitoreo satelital y el uso de modelos de información espacial, que aportan conocimientos sobre la disponibilidad del agua y la humedad de los suelos. Con esta herramienta es posible predecir cuánta agua va a estar disponible en todo el ciclo productivo y ofrecer herramientas a las autoridades para que tomen mejores decisiones en cuanto a la gestión del recurso.
“Con la inauguración del CeGIAA estamos iniciando un primer proyecto dedicado a la cuenca del río de San Juan. A futuro el objetivo es replicar estas metodologías en cuencas de otras provincias, como Mendoza, La Rioja, Catamarca, Jujuy y Salta”, concluyó.-