Eduardo Gigante: «INVAP, radares, Fuerzas Armadas Argentinas y soberanía nacional»

Cuando el ex secretario de estado de Trump (EEUU), Rex Tillerson, visito el país por primera vez. Tillerson, puso en su agenda durante la visita, como PRIMER escala, la visita a INVAP en Bariloche, es decir llego directamente a las instalaciones de INVAP aún antes que visitar Buenos Aires, ¿Por qué? Bueno, según me comentaron, estaba muy muy interesado en dos temas, centrales nucleares y RADARES…….

Y aquí comienzo la historia, el primer radar que obtuvo el país, fue una compra a los británicos (desarrolladores de esta tecnología), en el año 48 durante el gobierno de J.D.Peron, y comenzaron a ser operados por la FAA

En 1953, obviamente era una tecnología totalmente nueva desarrollada en la década del 30, así que, en esa época, y si bien desarrollamos capacidades en fabricación de aviones con éxito, era imposible que avancemos en esa tecnología

Más allá de esto Argentina fue pionera en la utilización de este tipo de tecnología, lo que permitió que se ganen algunas capacidades en temas de conocimiento de la misma, pero muy muy lejos de un desarrollo

En el año 1996, C.S.Menem firma el decreto 145/96 para la compra llave en mano de un sistema que integrara el tráfico aéreo con el control aéreo (esto utiliza distinto tipos de radares, que más adelante explicare claramente). La cuestión es que no llego a ejecutarse, debido a irregularidades en la licitación, que provoco la caída de la misma. Argentina ya tenía equipos en algunos casos obsoletos que eran necesario reemplazar a la brevedad, pero llego el 2001 y todo el caos.

Además de esto, el fabricante de los radares que argentina operaba, comunicaba que descontinuaba la venta de repuestos, profundizando aún más el problema, siendo además que en el medio hubo el ataque terrorista a las torres gemelas, que endureció la venta de esta tecnología, en síntesis, al no poseer la tecnología, se complicaba mucho la continuidad del control del espacio aéreo argentino.

En 2003, durante la presidencia de Duhalde, se firmó el primer acuerdo entre el INVAP y la FAA para la fabricación de un radar en Argentina. Este preveía el diseño, desarrollo, construcción y puesta en funcionamiento de un prototipo de radar secundario. El Radar Secundario Monopulso Argentino, y aquí hago un paréntesis, existen varios tipos de radares, pero principalmente existen de dos tipos, los radares primarios y los radares secundarios.

¿Qué los diferencia a uno u otro?, bueno que el radar primario, utilizados con fines de defensa y control del espacio aéreo, no requieren “colaboración” del objeto detectado para obtener información acerca de su distancia al radar, respecto a éste y/o altura.

En cambio, los radares secundarios utilizados también en control de tránsito aéreo y defensa, constan de un emisor terrestre que envía pulsos codificados que son respondidos por un artefacto llamado transponder, ubicado a bordo del avión, que da información sobre el mismo.

Volvemos a la historia, en 2004, el entonces Presidente Kirchner firma el decreto 1407/04, que creaba el Sistema Nacional de Vigilancia y Control del Aeroespacio (SINVICA). Este organismo integraba la información de radares en todo el territorio argentino

-“El impulso dado por los gobiernos kirchneristas (2003-2015) al diseño y fabricación de radares basado en el mencionado Decreto 1407/04 se materializó en forma paulatina: en noviembre de 2006 el Ministerio de Defensa aprobó el contrato firmado entre la FAA e INVAP para la provisión de un prototipo del RSMA y la posterior fabricación e instalación de una serie de diez de estos radares secundarios”- Fuente: Producción Nacional de Radares: Expresión de una soberanía tecnológica posible Universidad de la Plata

Luego en 2008, se encargó a Invap la construcción de un Radar Primario, a (Radar Primario Argentino 3D de Largo Alcance o RPA3D-LA).

Invap, diseño y construyo varios radares primarios y secundarios e instruyo a sus operadores con desarrollos argentinos desde 0! y UTILIZANDO SOLO EL 15% de partes importadas, todo esto permitió pasar de tener nuestro espacio aéreo.

Soberanía Tecnológica 100%, cuantos países pueden fabricar radares? China, Rusia, Gran Britania, EEUU, Francia, España, Holanda, Suecia, Alemania…..y creo que no me olvido de ninguno.

Además de esto, INVAP ya exporto el primer Radar, a Nigeria, posesionándose en el mercado de manera sólida. ¡Como siempre digo, la ciencia y la industria salvara a la nación, y el caso de INVAP es el comienzo de ello, mostrando lo que somos capaces de hacer!

Es importante, y cierro el hilo, tener en cuenta que candidato a presidente impulsa estos desarrollos y cual no los impulsara jamás. Y otra cosa, la radarización de nuestro país, termino saliendo 5,5 veces menos que un llave en mano extranjero.

Comentario de AgendAR:

No nos consta que Rex Tillerson, o T-Rex según sus fans petroleros, visitara INVAP en su «toco y despego» por Bariloche para informarse sobre los radares argentinos. Más bien parece que el entonces Secretario de Estado de Trump estaba acrecentando su fortuna comprándose algunas tierritas en los Andes Patagónicos, aunque usando para ello un avión oficial de la Fuerza Aérea de los EEUU.

Nadie se asuste: los petroleros saben exactamente cómo están jodiendo el clima planetario. Muchos millonarios gringos hacen lo mismo que don T-Rex, sabiendo que en la Patagonia Andina habrá agua pura de deshielo y temperaturas soportables durante varias décadas más.

Eso con el plus de que pueden cerrar caminos, apropiarse de orillas pertenecientes al estado federal, y hacer lo que se les cante en sus tierras, sin que las leyes de este país los salpiquen siquiera. Es lo que pasa con no sé qué inglés que se choreó un lago entero en Río Negro, y con un fabricante italiano de ropa cheta que se las da de multicultural, pero maneja Santa Cruz y Chubut como si fueran dos de sus estancias, la Gendarmería como su guardia privada, y vive expulsando mapuches.

Otrosí digo: nadie tiene la más mínima intención de cerrar el formidable RA-3, aunque haya entrado en servicio en 1967. Desde entonces, ese reactor fue repotenciado dos veces, de 3 a 5 y de 5 a 10 megavatios térmicos, y en cada una de esos cambios de potencia se reforzaron todos sus circuitos de refrigeración y sus sistemas de irradiación y control. Eso le permitió ser la fuente de radioisótopos médicos más productiva y confiable del Hemisferio Sur, salvo por la competencia que le hizo desde 1987 el RP-10 de Perú y desde 2006 el OPAL de Australia, dos reactores de 10 y de 20 MW respectivamente, ambos diseñados y construidos por la Argentina. 

Ahora vamos a tener un monstruito de 30 MW, capaz de dominar (con el márketing adecuado) el 20% del mercado mundial de radioisótopos médicos, además de producir todos los años silicio irradiado para la industria fotovoltaica de alto rendimiento. En 2022 se vendieron U$ 679,8 millones de dólares de radioisótopos. Y la cifra trepa en rampa desde hace décadas, sin que se vea un techo.

Es probable que exportando esos radiofármacos el RA-10 pague su propio costo de diseño y construcción en 6 o 7 meses, y que dure en servicio al menos 50 años. Mucho más que eso, si sale tan robusto como su antecesor, el RA-3. Aunque la opción de vender al menos U$ 40 millones más de silicio irradiado por año (para empezar) lo termina de volver el mejor negocio de la historia nuclear argentina, hasta el momento.

Por esa misma causa, salvo que la ARN (Autoridad Regulatoria Nuclear) lo considere inseguro, nadie en sus cabales piensa cerrar el RA-3, que viene siendo la gallina de los huevos de oro actual. Y sigue muy ponedora.

Daniel E. Arias