Gabriel Rabinovich es cordobés, egresado de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), investigador del Conicet y profesor en la Universidad de Buenos Aires. Desde hace tres décadas apuesta por hacer ciencia en Argentina. En 1993 identificó el rol de la Galectina1, una proteína presente en los tumores cancerígenos que inhibe el sistema inmune. Las investigaciones de su equipo tuvieron gran impacto internacional para el diseño de nuevas terapias.
– ¿Cuáles son los momentos que más valora del camino emprendido hace 30 años?
– Todos los resultados que estamos mostrando hoy, son posibles gracias a muchísima gente que ayudó. No sé si pasa en otros países, pero acá hubo mucha gente que abrió puertas. A cada limitación que teníamos para avanzar en la investigación, por ejemplo, para secuenciar la proteína, me iba a Buenos Aires, tocaba puertas y lo podía hacer. La verdad es que es impresionante la colaboración que recibimos para que esto se hiciera realidad. Las oportunidades, al principio las debe dar fundamentalmente el Estado, las fundaciones sin fines de lucro, y ahora nos toca a nosotros facilitar esas oportunidades. Después –como nos pasa con Galtec– aparecen inversores privados y podemos hacer un retorno al Estado, al Conicet y a la universidad pública que tanto nos dio. Es imposible pensar un mundo donde la salud y la educación sean sólo para unos pocos.
Rabinovich recientemente creó –junto a colegas y profesionales de distintas disciplinas– una empresa dentro del Instituto de Biología y Medicina Experimental (Ibyme) del Conicet, con apoyo público y privado. Galtec es una empresa biotecnológica que transformará los hallazgos científicos del grupo de investigación en nuevas oportunidades terapéuticas, basadas en las interacciones galectina-glicanos para pacientes con cáncer y enfermedades del sistema inmunitario.
– Cuando se habla de avances científicos para el tratamiento de enfermedades como cáncer, se genera una inmensa expectativa a nivel mundial ¿Se puede equilibrar el entusiasmo por los hallazgos y la expectativa que genera en los pacientes?
– Es una de las cosas más difíciles que me ha tocado vivir en el último tiempo. Tratar de manejar las expectativas, pero sin dejar de comunicar a la sociedad lo que hacemos. Para mí es muy importante comunicar, porque de esa forma vamos a lograr una concientización social de la importancia de la ciencia en general, no permitiendo que se cuestione si la ciencia básica es o no importante. Pero tiene el doble juego, porque genera esas falsas expectativas en la gente. Inmediatamente que aparece una nota periodística, los pacientes comienzan a acudir al científico creyendo que ya hay un fármaco listo. La responsabilidad tiene que ser completa, comunicar y asumir las consecuencias conteniendo a la persona que se acerca y que puede tener una de estas patologías o un familiar suyo. Siempre lo que más preocupa es esto, tratar de contener, porque ni siquiera nosotros sabemos exactamente el momento en el cual va a salir el fármaco.
Este científico cordobés es quien más patentes reúne en el país, lo cual genera que todas sus invenciones vuelven como retorno económico a la ciencia argentina y el desarrollo de la nación. Recientemente fue distinguido con el premio Konex de Brillante, el máximo galardón que otorga la Fundación Konex.
-¿Cuál es el trabajo inicial en el que se enfoca el laboratorio Galtec?
– Galtec tiene tres aristas. Una es llevar los productos a la clínica; otra es investigar y traccionar otros productos que vienen de investigaciones de laboratorio, investigar un poquito más hasta refinar las tecnologías. Y otra arista es la social. Nos encontramos con dos patologías que tienen un contexto social muy importante, cáncer y enfermedades autoinmunes, con lo cual es muy común que tengamos consultas de muchos pacientes a quienes tratamos de ayudarlos a encontrar profesionales. Esta posibilidad de conectar pacientes con profesionales y ciencia es una de las cosas que más nos emociona de Galtec.
Visita y diálogos en la UNC
En su regreso a la casa de estudios que incentivó sus primeras investigaciones, Gabriel Rabinovich compartió una charla con estudiantes, en la que repasó gran parte de su trayectoria. Bajo el título “Un dulce sueño cordobés: desde el descubrimiento hacia el diseño de nuevas terapias en cáncer y enfermedades autoinmunes”, el científico expuso en la Sala de las Américas del Pabellón Argentina los vaivenes de una carrera que debe aceptar los errores como parte necesaria de un camino de aprendizaje.
Por la tarde atendió a los medios de comunicación en la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ), y se reencontró con autoridades y colegas con quienes inició su formación en inmunología, como Silvia Correa quien fuera su docente y hoy es vicedecana de la FCQ.
Posteriormente dialogó con investigadores y emprendedores de la UNC y del ecosistema innovador de Córdoba en un evento organizado por las secretarías de Ciencia y Tecnología e Innovación y Vinculación Tecnológica de la UNC.
Esta actividad contó con la presentación del secretario de Ciencia y Tecnología, Daniel Barraco, y la moderación del secretario de Innovación y Vinculación Tecnológica, Santiago Palma. Allí, Rabinovich presentó, vía zoom, a su equipo de trabajo de Galtec, y se interiorizó en las empresas científicas incubadas por la UNC.