Qué esta pasando con el swap con China

«No tengo ninguna novedad para dar al respecto», dijo este miércoles el vocero presidencial, Manuel Adorni en conferencia de prensa, al ser consultado por el estado del swap que Argentina había acordado con China en la gestión anterior. La pregunta surgió porque, en los últimos días, se corrieron varios rumores respecto del futuro de ese mecanismo de pago de importaciones que sirvió para reforzar las reservas del Banco Central (BCRA).

Según trascendió recientemente, fuentes del país oriental habían informado que estaba en una especie de «stand by» porque el gobierno de Xi Jin Ping había decidido no mantener la ampliación del tramo de libre disponibilidad acordado con nuestro país. Tanto en Economía como en el BCRA, informaron a Ámbito en repetidas ocasiones que «no tienen novedades al respecto».

Sin embargo, el hecho de que el Javier Milei se haya reunido, en el marco de su asunción, con Wu Weihua, con quien dialogó sobre los intereses mutuos de China y Argentina, entre ellos el swap, y de que haya enviado una carta a las autoridades chinas en la que solicitó la ampliación de los fondos de libre disponibilidad en el marco de ese acuerdo, evidencian que aún se aguarda una confirmación al respecto por parte del Banco Popular Chino (BPC).

Según se supo, Milei necesita activar la ampliación del swap por u$s5.000 millones para hacer frente a los gastos de importadores y a futuros vencimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI). De hecho, este instrumento era una de las opciones que se analizaba como alternativa para pagarle a fin de este mes al organismo internacional de crédito, pero finalmente, ante la incertidumbre al respecto, se retomó y lograron cerrar el plan que había negociado Sergio Massa de pagar con un crédito puente del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) por unos u$s960 millones.

Para la economista experta en deuda externa, Noemí Brenta, dos elementos clave inciden en esta negociación que lleva adelante Milei con China en estos momentos: «Una cuestión es el cambio de la política exterior argentina, que cuestiona la asociación estratégica, el comercio bilateral, las obras de infraestructura contratadas, los compromisos de compras estatales, etc. y la otra, la cuestión técnica relacionada a la incertidumbre de las políticas que llevará adelante el nuevo BCRA, firmante del swap».

Emilia Val, socióloga e investigadora de del CONICET, apunta, en igual sentido que, «en términos políticos, con la llegada de Milei se está experimentando un cambio de la orientación de la política internacional y los alineamientos geopolíticos de nuestro país, en detrimento de las relaciones con las potencias emergentes en ascenso y con China».

Un elemento clave para las reservas del BCRA

Por su parte, en cuanto a las cuestiones técnicas que pesan en el futuro del swap, Val menciona que «se debería resolver la negociación con el FMI, pues China solicita que esté vigente un acuerdo con el organismo para avanzar» y, luego de que las medidas tomadas por Massa durante la campaña tensionaran las metas con el organismo, queda pendiente que el nuevo Gobierno retome las negociaciones.

A lo que Pablo Bortz, economista del Instituto de Altos Estudios Sociales (IDAES) la Universidad Nacional de San Martin (UNSAM) agrega que «el swap con China debe ser autorizado antes de poder utilizarse y que si la contraparte del BCRA en la negociación, el BPC, decide no avanzar en ese sentido, tendrá que cancelar la deuda contraída previamente». Indica que hay que esperar a ver cómo reacciona el Gobierno del país asiático, cómo se tomaron las declaraciones de los distintos representantes de la actual gestión y si pide algo a cambio de la activación o no.

Si bien el BCRA compró u$s180 millones este martes, se trató de la menor compra de dólares en el mercado oficial en lo que va de la administración actual, lleva embolsados unos u$s1.040 millones en los últimas cinco jornadas. Eso, implicó una recuperación que permitió llevar las reservas nuevamente por arriba de los u$s22.000 millones, cuando hace meses que se ubicaban en torno a los u$s21.000 millones.

No obstante, el swap es aún un elemento clave en la composición de ese total y la habilitación de un nuevo tramo de libre disponibilidad sería necesario para garantizar la liquidez del regulador monetario, es decir, sus reservas netas. Asimismo, Val advierte que «tensar la relación con China no solo limitaría la disponibilidad de contar con yuanes en un contexto externo complicado y de escasas de dólares en el Central, en el que el financiamiento internacional de fuentes más tradicionales (mercados, FMI) parece no aparecer por el momento a la vez que puede resentir otros aspectos de las relaciones económicas».

Qué es el swap con China

Cabe recordar que el swap es un intercambio de divisas entre dos países que actúa como un préstamo contingente entre bancos centrales. En este caso, el BCRA le da pesos al Banco Popular de China (BPC), y el BPC le entrega yuanes al BCRA. Este préstamo de la República Popular China se originó en 2009 con 70.000 millones de yuanes (unos u$s9.900 millones). Sin embargo, su uso no era de libre disponibilidad.

Para hacerlo efectivo, el BCRA debe notificar a su par chino, pero hay que tener en cuenta que activarlo tiene una tasa equivalente a un préstamo. La operatoria funciona de la siguiente manera: si la Argentina pide utilizar ese dinero, se pacta la tasa de interés y la paridad de cambio; después, se emiten pesos y se depositan en el banco central chino, que -a su vez- coloca yuanes en el BCRA. Se trata de un canje transitorio por plazos de entre uno y tres años.

En ese marco, el nuevo Gobierno y la cúpula del BCRA encabezada por Bausili deberá encarar esta negociación que se inició con la reunión de Milei tras su asunción y la carta enviada a las autoridades de ese país. Los resultados que obtendrán aún son un misterio, pero sería muy importante para apuntalar reservas que llegue a buen puerto.

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