La tecnologia nuclear CANDU, ese «muerto» que goza de buena salud

El gobierno provincial de Ontario (Canadá) se ha comprometido a apoyar la explotación a largo plazo de cuatro unidades de la central nuclear de Pickering, propiedad de Ontario Power Generation (OPG), para que sea explotada por ésta, durante 30 años más.

Pickering es un complejo: cuenta actualmente con seis centrales nucleoeléctricas operativas de agua pesada a presión CANDU 500 de 515 MW. Son las unidades 1, 4, 5, 6, 7 y 8. La 2 y la 3 ya no están en línea.

Según el plan de explotación de OPG, Pickering 1 y 4, que comenzaron a funcionar comercialmente en 1973, se retirarán definitivamente a finales de 2024. Pero la percepción de la catástrofe climática en curso en Canadá viene siendo brutal, a fuerza olas de calor de 40 grados en latitudes casi polares, de incendios forestales incontrolables y de ciudades sofocadas por el humo.

La energía nuclear vuelve a la carga, y lo más fácil y barato es «retubar», o reparar a nuevo, las centrales construidas entre los ’60 y los ’90. La tecnología CANDU permite relanzar las centrales cada treinta años, aproxiimadamente, y darles un nuevo ciclo de vida por tres décadas. Esto ya se ha vuelto una operación estandarizada y autorizada por los entes reguladores, en este caso la CNSC, la Comisión Canadiense para la Seguridad Nuclear. No es imposible que a fuerza de sucesivos retubamientos, una CANDU termine durando un siglo o más en operaciones.

Para más datos, son las únicas centrales nucleares adoptadas internacionalmente que jamás han sufrido un derretimiento de núcleo, a diferencia de las de uranio enriquecido. Este tipo de accidente es casi imposible en una CANDU por dos causas: el enorme inventario de líquidos acuosos que rodea el núcleo de la central, y el hecho de que éste se puede refrigerar totalmente o casi totalmente en forma natural, por circulación convectiva, aún si un apagón de red deja sin potencia las 4 bombas de los 4 circuitos de refrigeración típicas de cualquier CANDU desde 1962.

Hay 47 CANDU y similares operando en 7 países desde 1962 y varias más cerradas tras haber cumplido su primer ciclo de vida, sin haber tenido jamás un accidente que amenazara el núcleo. Por eso desde 2022, OPG ha estado buscando una prórroga de primera vida útil para Pickering 1 y 4, y retubará las unidades desde la 5 a la 8, que están en explotación comercial desde mediados de la década de 1980.

Según Todd Smith, ministro de Energía de Ontario, las empresas mundiales están interesadas en ampliar sus operaciones en regiones con electricidad fiable, asequible y limpia, y el complejo de centrales de Pickering «retubado» a nuevo ayudaría a Ontario a competir y atraer futuras inversiones.

«La renovación de Pickering crearía miles de nuevos puestos de trabajo y contribuiría a producir al menos otros 30 años de electricidad segura, fiable y limpia para alimentar las próximas grandes inversiones internacionales, las nuevas viviendas que estamos construyendo y las industrias a medida que crecen y se electrifican», declaró Smith durante un anuncio realizado el martes (30 de enero).

«Nuestra provincia sigue necesitando esta central y a sus trabajadores», declaró Smith a los periodistas.

El propietario de Pickering y de otros complejos nucleares en Ontario, OPG, va a iniciar ahora la fase inicial del proceso de renovación, que durará hasta finales de 2024 e incluirá trabajos de ingeniería y diseño, así como la obtención de componentes de larga duración cuya fabricación podría requerir años: bombas de circulación, tubos de presión y de calandria, tubuladura fina para los generadores de vapor, e incluso los manojos de tubos que forman los elementos combustibles, piezas de precisión hechas de diversas superaleaciones con base de circonio o de níquel.

Salvo de bombas, los argentinos somos proveedores y exportadores de todo lo demás a través de nuestra empresa mixta CONUAR. Y con metalúrgicas pesadas como IMPSA, hemos hecho generadores de vapor enteros, y nos sería bastante sencillo hacer calandrias. No es una ciencia oculta, al menos para la Argentina.

Un comunicado de Ontario afirma que el Gobierno apoya el presupuesto de 2.000 millones de CAD (1.370 millones de euros, 1.490 millones de dólares estadounidenses). Es lo que pone OPG para esta primera fase del proyecto.

Según el comunicado, el calendario preliminar de OPG prevé que la rehabilitación de todo el complejo de Pickering esté terminada a mediados de la década de 2030. En promedio, retubar una CANDU hoy toma dos años.

Aquí en Argentina retubamos Embalse, nuestra CANDU cordobesa, en 4 años, porque hubo que ponerle 4 generadores de vapor nuevos, obra delegada a CONUAR e IMPSA. Con excepción de un contratista holandés (MAMMOET) especializado en mover componentes gigantescos dentro de espacios muy cerrados, el trabajo se hizo exclusivamente con un centenar largo de firmas metalúrgicas, metalmecánicas, electromecánicas, de seguridad industrial y de computación totalmente argentinas.

Según el gobierno de Ontario, se espera que la rehabilitación de Pickering aumente el producto interior bruto (PIB) de la provincia en 19.400 millones de dólares canadienses durante los 11 años de duración de su ejecución. El gobernador calcula que se crearán 11.000 puestos de trabajo durante ese lapso. Y muy calificado y bien pagado: retubar centrales nucleares CANDU no es obra civil ni albañilería.

El Gobierno citó un informe del Operador Independiente del Sistema Eléctrico (IESO), según el cual la rehabilitación de Pickering proporcionaría «un mejor valor global al contribuyente en términos de costos y riesgos, en comparación con alternativas de generación sin emisiones». El IESO no llama las cosas por su nombre, pero está admitiendo que la creación de empleo y la seguridad de oferta eléctrica sin altibajos de frecuencia o voltaje creados por Pickering en Ontario vienen siendo brutalmente superiores a las de los parques eólicos y solares. Y el precio del kilovatio hora, a la luz de que las centrales CANDU pueden durar 60 o 90 años, es devastadoramente más bajo.

Un parque eólico no sirve de nada sin viento, y a los 20 años de operar tampoco sirve de nada, hay que tirar todas las turbinas y poner nuevas. El único rival serio de la energía nuclear capaz de dar megavatios hora limpios de carbono en Canadá viene siendo la hidroeléctrica, y está explotada al límite. Salvo que alguien sea capaz de construir nuevos ríos…

El proyecto de explotación a largo plazo de Pickering sigue sujeto a la aprobación reglamentaria de la Comisión Canadiense de Seguridad Nuclear, la CNSC, que se toma tiempos geológicos para todo. Y no tanto por miedo a los accidentes nucleares, que Canadá con sus CANDU jamás los ha tenido, sino a la oposición ecologista, cuyo ariete principal en Ontario no es Greenpeace sino la Coalición por el Aire Limpio. Es una ONG que sólo ha beneficiado a la industria petrolera canadiense, que es gigantesca, y cuyo poder va mermando a medida que las ciudades de ese país pasan 4 o 5 meses por año respirando humo de incendios forestales.

Pickering registra un récord de generación y se están llevando a cabo reformas en Darlington

OPG informó a principios de este mes que Pickering registró su mayor producción de generación desde 2019 y su segunda mayor producción como complejo nuclear de seis unidades (desde 2005). La central cubría el 14% de las necesidades de electricidad de Ontario.

Pickering-1 a -4 se cerraron en 1997 por motivos de seguridad, básicamente pérdidas de refrigerante en los tubos de presión, que son 360 en cada central. Hoy serían subsanables fácilmente con retubado, porque la tecnología se estandarizó y además porque a fuerza de muertos por golpe de calor o por neumonitis debida a aspiración de humo, los ecologistas tienen mejores motivos para vivir aterrados. Las unidades 1 y 4 se renovaron y volvieron a ponerse en marcha recién en 2005 y 2003, mientras que la renovación de las unidades 2 y 3 se consideró económicamente inviable y las dos unidades se retiraron definitivamente. Hoy las cuentas darían distinto.

Según datos del Organismo Internacional de Energía Atómica, las seis unidades de Pickering tienen una capacidad neta combinada de referencia de unos 3.100 MW. Esto significa que una ampliación de la vida útil de las cuatro unidades más nuevas de Pickering conservará unos 2.060 MW de esa capacidad. Es más que toda la capacidad de generación nuclear de Argentina, pero en apenas 100 hectáreas.

OPG comenzó en 2016 un proyecto de renovación de 10 años de otro complejo nuclear gigante, Darlington, también en Ontario, que cuenta con cuatro unidades comerciales CANDU 850 de 878 MW. El objetivo es similar a Pickering: retubar y operar ese parque nuclear 30 años más.

Darlington-2 y -3 ya han vuelto al servicio retubadas a nuevo, y OPG dice que el retubado de Darlington-1 y -4 va según lo previsto. Se espera que finalicen en 2025 y 2026. El costo de remozar las cuatro unidades se había estimado en 12.800 millones de dólares canadienses, y al no haber atrasos, por ahora no hay sobrecostos.

Ken Hartwick, Presidente y Consejero Delegado de OPG, afirmó que la experiencia de la empresa con Darlington «será inestimable» cuando comiencen las obras de rehabilitación de Pickering. Dijo que el reacondicionamiento de Darlington era «un proyecto muy complejo que se mantiene dentro del plazo y el presupuesto».

El reacondicionamiento de la central nuclear de Pickering forma parte del plan Powering Ontario’s Growth (PÖG), cuyo objetivo es satisfacer la demanda de electricidad y reducir las emisiones apoyando la electrificación de la economía de la provincia. De todas las provincias de este país básicamente petrolero, o petroleramente básico, las únicas con centrales nucleares son Ontario, Quebec y New Brunswick.

El programa POG incluye el fomento de la energía nuclear, la adquisición de almacenamiento y generación de gas natural, el desarrollo de nuevas infraestructuras de transmisión, la reducción de la demanda mediante programas de eficiencia energética y la planificación de la transmisión futura para resolver los cuellos de botella del sistema y explorar oportunidades de exportación.

Según la Asociación Nuclear Canadiense, los datos internacionales muestran que la prolongación de la vida útil de las instalaciones nucleares existentes es la forma más barata de energía con bajas emisiones de carbono.

Nota de AgendAR:

La tecnología CANDU, que el «hombre nuclear» de Macri, el sociólogo Julián Gadano declaró muerta y sin futuro, como los autos a carburador, aparentemente es un fiambre con muy buena salud. Y eso que por consideración al lector no hemos hablado de las 17 centrales indias tipo CANDU en construcción, de las cuales en 2023 ya entró una en línea. Y del retubamiento de 2 y terminación de otras 2 en Cernavoda, Rumania.

Y de los retubamientos de Qingjan en China, en el que NA-SA brindó su experiencia en Embalse.

Son más negocios posibles para CONUAR y NA-SA (Nucleoelectrica Argentina), si sobreviven el día.

Daniel E. Arias

VIANucnet