El plan de Luis Caputo y el trilema monetario

La Trinidad imposible o irreconciliable, o el Triángulo de la imposibilidad, o el trilema monetario, de la economía que sugiere que es imposible obtener al mismo tiempo los tres siguientes objetivos: tipo de cambio fijo, libre movimiento de capitales, política monetaria autónoma. Es La hipótesis del modelo IS-LM ampliada para incluir un componente de la balanza de pagos, y que ha sido científicamente verificada por gobiernos que han pretendido alcanzar simultáneamente los tres objetivos, fracasando siempre. Argentina es el mejor ejemplo, repetido más veces en el mundo entero. La noción Mundell-Fleming es harto conocida. No hay excusas.

La deficitaria gestión presupuestaria (2016-2017) con un monumental aumento de la deuda, que no pudo resolver (2018-2019) Macri, ni Alberto Fernández, más la pandemia, guerra, y sequia; han sido devastadoras. Así llegamos la semana pasada a ver un proyecto de ajuste fiscal de 5.2% del PBI para desterrar el déficit.

El ministro de finanzas y presidente del BCRA de Mauricio Macri va por un ajuste donde 60% procederá de una reducción de gastos y, el 40% del aumento de ingresos-crece la carga impositiva y la inflación ayuda a recaudar más-antes de la próxima gran recesión-. Derramará en forma directa e indirecta sobre clase media y estratos más vulnerables. El ajuste recae sobre el 99.5% de la ciudadanía y, 0.5% restante, sobre los beneficiarios del programa en su conjunto.

El ministro pretende bajar 3% del PBI reduciendo subsidios a la energía y el transporte desde febrero 2024 (0.7% del PBI). Asimismo, amputará la obra pública (0.7% del PBI). Las transferencias a las provincias que ayer renegaron (0.5% del PBI), la exclusión de programas sociales (0.4% del PBI) y, la disminución de gastos de funcionamiento (0.5% del PBI). Por el lado de los ingresos, pretende incrementarlos 2.2% del PBI, aumentando el impuesto país (0.8% del PBI), las retenciones-que ahora están desistiendo-a las exportaciones no agropecuarias (0.5% del PBI); el rechazado regreso al impuesto a las ganancias por parte de sus votantes (0.4% del PBI) y, una moratoria, más un adelanto de pago del impuesto a los bienes personales (0.5% del PBI).

No luce muy republicano optar por partidas que no requieran la aprobación del Congreso. La eliminación de la fórmula de movilidad jubilatoria será violenta, teniendo en cuenta que el gobierno habla de una incomprobable inflación de 1% diario equivalente a una TEA de 3.600%. Así el ajuste fiscal, es incoherente, porque una jubilación mínima daría $27.27 de hoy, sin movilidad y, reajustándola 1.000 veces con sumas discrecionales, daría $27.270. Caería 72.30%.

La iniciativa Leliq de Sturzenegger Caputo con que los bancos ganaron fortunas, representaban 60% del déficit. Alberto Fernández no las pudo desarmar totalmente, aunque con tasas negativas y devaluaciones lo fue licuando a un tercio de lo que heredó de Macri, convertido a dólares. Recuerde mayo 2017 (1.2 billones de pesos a $ 15 por 1 dólar, la deuda en Leliq y pases tocaba los 80.000 millones de dólares). Entre 2019-2023 se fue licuando a los ahorristas en pesos del sistema financiero, y Caputo sigue haciéndolo con los que van a pases y eventualmente entren en bonos del Tesoro a tasas negativas.

Los intereses apuntan a cerrar 2023 en alrededor de 9% del PBI, cuando con Cristina Kirchner en 2015 se fue con 3% del PBI. Las Leliqs se esfumaron, y se convirtieron en pases a un día y encajes no remunerados. Situación sigue siendo peligrosa frente a cualquier mala noticia o hecho inesperado.

Devaluación

Caputo informó en su quebradizo cortometraje que el tipo de cambio oficial era $ 800, lo que implica una devaluación nominal de 118.3%. Anunció una política cambiaria de crawling peg (micro devaluación) de 2% mensual. El objetivo es conseguir dólares de exportaciones y desacelerar las importaciones, lo cual atrancará la actividad económica. La devaluación no solo estaba acompañada por un incremento del “impuesto país” a las importaciones de 17.5%, también iba por una suba de las retenciones de todos los productos al 15%, salvo la soja, que quedaría en 30%. Ya empezaron con “prueba y error”, dieron las clásicas marcha atrás de Macri. Se reemplazan las SIRAs por un sistema estadístico sin licencias. El sobreprecio del dólar tarjeta y dólar ahorro se resume de 155% a 65%, siendo 30% Impuesto País, mas 35% retención ganancias.

Con una inflación mensual de 25% en los próximos meses, la mejora en la competitividad del tipo de cambio real se diluiría rápidamente. El objetivo es precario. La buena noticia de los primeros días, por lo menos hasta ayer, es que se achicaron las brechas, gracias a las empresas que vendieron dólares para pagar sueldos y aguinaldos.

Massa: ¿reprimió la inflación o la disparó? – ¿hay inflación reprimida según quien y para qué? – El tratamiento monetario y fiscal tiene que ver con el marco teórico de un gobierno. Si asumimos el marco de “las expectativas”, es muy “Bob Lucas”. En ese caso, fueron creadas por Milei-como advertíamos en abril 2023, en esta misma columna-, favoreciendo un intento de hiperinflación.

Existe el riesgo de una fuerte expansión de los agregados monetarios en la medida que la situación tienda a calmar. En los últimos meses ocurrió algo excepcional cuya reversión puede complicar el panorama inflacionario. Se expandió la base monetaria mientras que los agregados monetarios permanecieron estables nominalmente, ya que se desplomó 20% el multiplicador, debido a que los bancos optaron por incrementar sus encajes no remunerados en el BCRA en vez de mantener los fondos en Leliqs o Pases.

El gobierno tiene que afrontar vencimientos de deuda en dólares por u$s 5.270 millones, u$s 3.700 millones con el FMI y u$s 1.550 millones con tenedores privados de bonos, con reservas netas negativas, de alrededor de u$s 11.000 millones. De EE.UU. a Caputo “lo volvieron” porque fue “de apuro”, con lo cual no tiene como financiar el déficit externo ni posibilidades de volver al mercado voluntario. Por ahora solo llega el préstamo de la CAF. En 2024, vence deuda pública por u$s 13.200 millones, sumando las Ledivs y los dólares futuros, la posición corta asciende a u$s 7.700 millones. Ante tanta estrechez, pero sin sequía, anima mucho un superávit comercial de bienes de u$s 17.000 millones en 2024, contra un déficit de u$s 7.050 millones en 2023, que implica acrecentamiento de las exportaciones agrícolas: u$s 11.000 millones y, reversión del déficit energético, que pasa a superávit u$s 2.500 millones en 2024.

De todos modos, los planes de estabilización en la Argentina no funcionaron nunca-salvo en la Convertibilidad, creando muchas dificultades-porque, en la medida que se desacelera la tasa de inflación por la recesión, la recaudación cae a una velocidad mayor que la reducción del gasto público, requiriendo más financiamiento, y generando un círculo vicioso. Aun en la Convertibilidad la deuda aumentó u$s 100.000 millones.

Los libertarios estan decepcionados porque querían dólares para ir a Punta del Este a $ 650 como había dicho Franco, no digieren el avance del Estado con impuestos al campo, y anhelan rápido la dolarización y el cierre del BCRA. Hasta ahora políticamente Milei es lo más parecido a Macri en 40 años de presidencias.

La CGT ya se expidió y se apresta a salir a la calle si los intereses de los trabajadores son desafiados. La CTA saldrá a la calle para defender empleados estatales, habiendo comenzado el 12 de diciembre ATE. Grabois, se sumaría a la movilización de hoy, los movimientos sociales liderado por el PO, ya realizaron una marcha en la Avenida 9 de Julio de la que participaron 25.000 militantes. Hoy se cumple el 22° aniversario de la dimisión De la Rúa y, está citada una movilización multitudinaria para exponer una posición crítica contra los planes de Milei. Se sumarán organizaciones de derechos humanos, movimientos feministas, comunidad LGTBQ, estudiantes en defensa de la educación pública y otros afligidos.

Con 46% de pobreza y 10% de indigencia, una inflación proyectada en torno al 25%, presentar un plan de ajuste feroz, ha sido políticamente incorrecto.

En 2001, después del “blindaje”, vimos que la confianza en los mercados locales había mejorado, a lo largo de enero el MERVAL había experimentado una importante suba como consecuencia de las expectativas positivas, como en estos días. Solo dos meses después, López Murphy se hizo cargo junto a FIEL, se tomó una semana para evaluar la situación y preparar los anuncios en materia de ajuste fiscal, se comprometió a cumplir las metas con el FMI, el Merval subió 8.1%, anunció a una reducción del gasto de u$s 1.900 millones y u$s 2.500 millones para 2002; fue resistido, y se le pidió su renuncia con movilizaciones callejeras. López Murphy fue desplazado pocos días después.

Caputo nos recuerda la brevedad de López Murphy, no parece un ministro de largo alcance. Entre pares amigos del ministro se dice que apenas termine con su objetivo, se va, porque no es un macroeconomista a la altura de la situación. Sin embargo, se hizo cargo del ministerio de economía-incluyendo el control de Energía y Minería-e indirectamente del BCRA, con sus socios del estudio Anker. Ya han incurrido en acciones controvertibles. Hasta ahora los anuncios para la ciudadanía en general son decepcionantes, especialmente para liberales, libertarios, conservadores y colegas que le desean éxito.

Pablo Tigani

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