Dos derrames de gasoil en Bahía Blanca ponen en jaque el abastecimiento

Dos derrames de hidrocarburo que sufrió la empresa alemana Oiltanking Ebytem en menos de un mes en la ría de Bahía Blanca, ponen en jaque a la campaña de cosecha gruesa, vital para el ingreso de divisas, que empezará en las próximas semanas y se extenderá hasta el mes de abril.

Por ambos incidentes, las refinerías ubicadas en los alrededores a la ciudad de Buenos Aires dejarán de producir 150 millones de litros de gasoil. Ese volumen de combustible es algo más del 10% que se demanda mensualmente.

Tras el segundo derrame, la actividad de la compañía estuvo suspendida por Ministerio de Ambiente de la provincia de Buenos Aires por más de 20 días hasta que se concretó la reparación, y una fiscalía abrió una investigación judicial.

Oiltanking Ebytem con operatoria reducida

Más allá del carril judicial, Oiltanking Ebytem está operando desde fines del año pasado con solo una de las dos monoboyas que la compañía tiene para descargar el petróleo crudo que llega en barco desde el sur del país y que debe inyectarse en oleoductos para bombearlo a las refinerías periféricas a la ciudad de Buenos Aires.

Según pudo saber El Cronista de boca de los principales actores del sector, durante enero, las refinerías dejaron de recibir 170.000 m3 de crudo. Para febrero, en tanto, la caída de volúmenes, que la propia Oiltanking informó, será de 103.000 m3 de petróleo.

Un actor fundamental para la provisión de crudo

La compañía es vital para el sistema de refinación de combustibles porque su funcionamiento es clave para abastecer de crudo pesado a las tres principales refinerías del país:

Desde Oiltanking, no obstante, relativizaron los pronósticos. La firma confió a este medio que, si bien es cierto que está operando con una sola monoboya, la operación al 100% está garantizada.

Ya durante enero, las refinerías dejaron de recibir 170.000 m3 de crudo. Para febrero, en tanto, la caída de volúmenes que la propia Oiltanking ya les informó a las empresas será de 103.000 m3 de petróleo.

«Esto puede causar algunas modificaciones transitorias en los cronogramas de entregas de los distintos productos. No obstante esto, la programación de entregas sigue adelante en plena comunicación con los clientes y trabajando para que cada uno de ellos reciba el producto que necesita para continuar normalmente con sus operaciones», explicaron.

Y agregaron: «En vista de esto, no hay ninguna razón para que se produzca menos diesel y que eso afecte la cosecha gruesa, si bien la situación climática está demorando la realización de nuevos amarres para descarga. Este escenario es normal en la operación de una terminal marítima y se resolverá ni bien el clima lo permita».

Denuncia por daño ambiental

Por otra parte, los efectos del segundo derrame alcanzaron algunas zonas protegidas y afectaron reservas naturales. 

El episodio generó provocó que la Unidad Fiscal para la Investigación de Delitos contra el Medio Ambiente (UFIMA) solicitara  a la Justicia federal de Bahía Blanca que investigue a la empresa y que dicte una medida cautelar para establecer la clausura preventiva de la petrolera. La Ufima investiga denuncias de actores locales que aseguran que Oiltanking no comunicó a tiempo a las autoridades sobre el derrame del 26 de diciembre.

El Ministerio de Ambiente señaló que tras el primer derrame, «que afectó parte de la Reserva Bahía Blanca, Bahía Falsa y Bahía Verde, se suspendió la operación de la monoboya que ocasionó la pérdida, se intimó a Oiltanking a presentar el Plan de Contingencia y el Plan de Remediación con carácter de urgencia y se aplicaron sanciones por el incumplimiento de la Ley de protección de Reservas Naturales».

VIACronista