Las turbinas gigantes son una amenaza para el futuro de la energía eólica

Hay un dicho muy extendido en la energía eólica: cuanto más grandes son los aerogeneradores, mejor funcionan y más baratos son de instalar y producir electricidad.

Es por ello que los promotores de esta fuente de energía prefieren instalarlos frente a la costa, donde su enorme tamaño (algunos son tan altos como rascacielos) pueden aprovechar las fuertes ráfagas de viento del océano sin molestar demasiado al entorno.

Sin embargo, un informe reciente publicado en Harvard Business Review desmiente esta afirmación y advierte que los costes de mantenimiento y desinstalación son más elevados de lo que se pensaba y podrían hacer inviable su uso en un futuro próximo.

Se pone en marcha la turbina eólica de madera más alta del mundo

Desde hace años se dice que el futuro de la energía eólica está en el mar. Empresas y países están invirtiendo millones en consolidar una fuente de energía que se está extendiendo por todo el mundo y que, poco a poco, puede hacernos olvidar la época en la que consumir electricidad era sinónimo de liberar toneladas de CO₂ a la atmósfera.

El tamaño de las turbinas y por qué son tan grandes

Estas gigantescas estructuras (turbinas eólicas) pueden alcanzar la altura de la Torre Eiffel y sus aspas pueden tener un diámetro de más de 250 metros, lo que les permite barrer áreas de más de 50 mil m².

(…) cuanto más grandes son las turbinas, más energía producen y menos se gasta en instalación y mantenimiento.(…)

Su enorme tamaño no es un capricho. La industria afirma que el mayor coste de estas instalaciones offshore es la mano de obra necesaria para construirlas, por lo que cuanto más grandes son las turbinas, más energía producen y menos se gasta en instalación y mantenimiento. Pero el aumento de tamaño, que hace que las turbinas eólicas sean más eficientes, también puede ser un problema grave, según un equipo de académicos.

Los costos ocultos

En este informe, los expertos en sostenibilidad ambiental Sam Aflaki de HEC Paris y Atalay Atasu y Luk N. Van Wassenhove de la escuela de negocios INSEAD sostienen que los costos involucrados en la instalación de una turbina eólica no se limitan solo al costo de las turbinas.

También incluyen los costos asociados con la instalación de plataformas offshore robustas y duraderas, la logística marítima y extensos cables submarinos para conectar estas turbinas a la red terrestre a muchos kilómetros de distancia.

Estas tareas se vuelven difíciles y costosas a medida que aumenta la distancia de la costa y a menudo requieren embarcaciones y equipos especializados, sin mencionar los mayores riesgos para los trabajadores, afirman los autores.

Sin embargo, según su análisis, la mayoría de los gastos se producen cuando las turbinas quedan obsoletas. El desmantelamiento es una operación compleja y costosa que implica el desmantelamiento de turbinas, la retirada de cimientos y cables, la logística inversa del traslado de palas y torres a tierra y la gestión responsable de residuos.

Se necesitan turbinas eólicas más pequeñas

Los investigadores utilizaron datos disponibles públicamente para crear un modelo de la vida útil de las turbinas eólicas offshoreLos cálculos muestran una relación entre el tamaño de las palas, la distancia desde la costa y el valor de vida útil de la turbina, que es lo que el equipo llama «los ingresos totales generados por la electricidad producida por una turbina menos el costo total del ciclo de vida».

Las conclusiones del análisis realizado por los investigadores son claras. Aunque las turbinas de mayor tamaño son generalmente más eficientes, esta eficiencia varía en función de la distancia a la costa y del tamaño ideal de las palas, lo que se ve claramente afectado por el nivel de mantenimiento y los costes de final de vida. Por lo tanto, las palas más pequeñas pueden ser más adecuadas para proyectos más alejados de la costa, afirman.

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