Este lunes, quedaron cerradas al público las Unidades Turísticas de Chapadmalal y Embalse, algo que no había ocurrido nunca desde su fundación.
En 1950, fueron construidos, ambos complejos, para impulsar y garantizar el turismo de los sectores populares, objetivo que fue cumplido a lo largo de los años.
En 2023, se hospedaron, de enero a diciembre, 118.000 personas que pagaron su estadía y transporte, algunos en contingentes de diversas instituciones del país y otros, inscriptos particularmente.
El cierre pone en riesgo serio a más de 500 trabajadores directos (empleados del ministerio o de las concesionarias de servicios), más miles de empleos indirectos de las comunidades de Chapadmalal y de Embalse y del transporte.
Las localidades, una ubicada en la provincia de Buenos Aires y otra, en Córdoba sentirán en forma directa el impacto negativo del cese de las actividades.
Las puertas de los míticos complejos turísticos se cerraron cuando el secretario de la cartera a nivel nacional Daniel Scioli y la subsecretaria Yanina Martínez, se encuentran en Berlín.
La Ley Ómnibus, en todas sus mutaciones que sufrió con nombres y maquillajes y que actualmente está disfrazada de Pacto de Mayo pretende en uno de sus articulados borrar los principios rectores de la Ley de Turismo Nº 25.997, suprimiendo tanto la caracterización del turismo como “un derecho social y económico” de las personas como también la obligación del Estado Nacional de elaborar obras públicas turísticas, y liberar la actividad a los vaivenes del mercado.