Después de cuatro meses, el Gobierno definió el nombre del nuevo presidente de Aysa: Alejo Maxit. El comunicado oficial de la compañía lo describe como un “ingeniero industrial” que se desempeñó “en la función privada de grandes empresas, como también en la función pública”. De esta manera, se completó la vacante que había dejado Malena Galmarini.
La designación de Maxit supuso un cambio de fichas para el Gobierno, dado que en febrero había asumido la presidencia de otra empresa del Estado, Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado (ADIF). Su experiencia en el ámbito público también incluye un paso por Anses durante la gestión macrista, entre 2015 y 2019, cuando se desempeñó como secretario general. Previo a eso, trabajó casi 3 años en la órbita del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Precisamente, en el Instituto de la Vivienda porteño.
Un dato que resalta su cuenta de Linkedin, confirmada por fuentes oficiales, es que mientras cumplió funciones en Anses, Maxit también fue miembro del directorio de Telecom, entre 2017 y 2020.
Maxit encarará una etapa particular en Aysa ya que el Gobierno la incluyó en la nómina de empresas estatales sujetas a privatización o concesión contenido en el borrador de la nueva Ley de Bases.
Aysa es una de las compañías donde la administración de Javier Milei más aplicó la motosierra. Según consignó la Oficina de Presupuesto del Congreso, recibió en los primeros dos meses del año un 98,4% menos de transferencias en términos reales que en el mismo período de 2023. Este año el Ejecutivo le giró $810 millones mientras que en 2023 esa cifra, cuando la empresa era dirigida por Galmarini, fue de $53.815 millones.
Desde Aysa confirmaron que se atraviesa una etapa de recortes porque a fin de año tiene el objetivo de llegar con sus cuentas equilibradas. Esto supone “reducir gastos en aproximadamente un 20%”. A principio de 2024 hubo 200 despidos. Además, planea un ahorro de $109.000 millones que, aseguran fuentes oficiales, “no afectará la prestación de los servicios de agua y saneamiento”.
Por otra parte, AySA espera ahorrar otros $440.000 millones este año, entre la mejora de eficiencia adicional y el incremento tarifario, que en el AMBA, a partir de abril totalizó aumentos de hasta 209%.
Ignacio Grimaldi