El Consejo Directivo de la CGT puso fecha para el próximo paro general en contra del ajuste que lleva adelante el Gobierno de Javier Milei: el 9 de mayo. Los dirigentes confirmaron, además, la organización de un acto para el Día del Trabajador el 1 de mayo y la participación en la marcha convocada por las universidades nacionales el 23 de abril.
«El día 9 de mayo vamos a realizar una jornada de huelga por 24 horas, por los temas que vienen siendo sistemáticos en término de ajuste», confirmó Héctor Daer, cotitular de la CGT y secretario general de la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad, en conferencia de prensa.
«Tenemos una discusión muy clara sobre el ajuste en el sector de jubilados y pensionados, no se puede ajustar sobre los sectores más vulnerables. También queremos resolver las cuestiones salariales, porque no puede ser que el estado se desentienda de las negociaciones por un lado, pero luego cometa la torpeza de, una vez que esas negociaciones se acordaron, no homologarlas», agregó el sindicalista.
Asimismo, detalló que este «plan de acción» que la CGT ha consensuado incluye diversas actividades: «La primera es el día 23 de abril. Vamos a acompañar la movilización de los sectores universitarios en defensa de la educación pública. También, vamos a movilizarnos en una marcha el día 1 de mayo, donde la reivindicación tendrá que ver no solamente con la conmemoración de esta fecha histórica sino también tendrá como agenda un documento del país que nosotros planteamos, en el que discutiremos cuestiones que se han desbaratado en este último tiempo», afirmó.
El anuncio de la CGT se da apenas un día después de que la central fuera recibida por primera vez por el Gobierno. El jefe de Gabinete, Nicolás Posse y el ministro del Interior, Guillermo Francos, habían caracterizado la reunión como «constructiva, reflexiva, sin violencia».
Sin embargo, la aceptación por parte del Ejecutivo de no tocar la ultraactividad de los convenios colectivos y mantener la cuota solidaria que los gremios reciben de los trabajadores no afiliados —que estaban incluidas en el nuevo proyecto de ley ómnibus—, no resultó suficiente como para que la central obrera detuviera el plan de lucha.
Daer reconoció que «fue positivo que el Gobierno nos convocara a dialogar», pero al mismo tiempo remarcó que «hay una sumatoria de situaciones que están irresueltas y la perspectiva de que se sigan acrecentando nos va a llevar a una caída del poder adquisitivo».
«No podemos permitir que todo se libere y que los salarios tengan límites en las discusiones. Somos organizaciones sindicales responsables que tenemos en claro cuáles son los límites y cuáles son las posibilidades de cada una de nuestras actividades para llevar adelante cada una de las negociaciones salariales», sostuvo Daer.
Y cerró: «El ajuste de precios, de tarifas y esta intención de achicar los salarios a lo único que nos va a llevar es a un proceso recesivo, a un nivel que es inaceptable. Por ese motivo tomamos la decisión de convocar a un paro de 24 horas para el 9 de mayo».
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