Acaba de trascender la renuncia de todos los vocales de la Agencia I+D+I, principal organismo de financiamiento de la ciencia. En un mensaje publicado explican que el gobierno de Javier Milei lleva adelante un plan de degradación de la ciencia que perpetra mediante la desfinanciación y la destrucción de recursos estratégicos.
Cristina Teresa Arranz, María Cristina Carrillo, Guillermo Ariel Giraudo, Eduardo Daniel Guillermo, Paula Andrea Lenguita, Javier Héctor Tineo, Osvaldo Daniel Uchitel, Rubén Oscar Zárate y María Alejandra Zinni dicen en el texto que su dimisión se debe a la destrucción de recursos estratégicos, como el desmantelamiento de la plataforma informática diseñada para agilizar la evaluación de proyectos; la desvinculación de dos funcionarios claves para el desarrollo del organismo, los directores del Fondo Tecnológico Argentino y el Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica; y la arbitraria decisión de reducir la planta del personal, afectando criterios básicos de desempeño en las funciones requeridas.
«El degradado Ministerio de Ciencia y Tecnología contó por años con dos organismos claves para el desarrollo científico del país –afirman–. Además del Conicet, la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación consolidó desde su fundación sus objetivos de financiamiento a la formación de recursos humanos, insumos y equipos para la investigación, la tecnología y la innovación en el país. Para eso, entre otros recursos, perfeccionó el sistema de evaluación de pares, que le brindaron el prestigio y el reconocimiento internacional con el que hoy cuenta. Para una valorización del mencionado recorrido es preciso indicar que el año pasado se gestionaron un total de 3000 proyectos de investigación, desarrollo e innovación, que involucraron el trabajo de 9000 destacados especialistas en distintas áreas de conocimiento. Sin embargo, y con preocupación, se observa que desde hace cuatro meses, con la asunción del actual presidente de la nación, el organismo se encuentra paralizado. Una inacción institucional que no fue morigerada con la designación de la presidenta del organismo, la doctora Alicia Caballero.
«Por lo expuesto, y a pesar de haber realizado denodados esfuerzos como vocales del directorio, máxima autoridad del organismo, para arbitrar los medios a nuestro alcance en el intento de evitar el desmantelamiento, la parálisis y la destrucción institucional, nos vemos obligados a denunciar la situación de deterioro institucional que corroe los objetivos para los cuales el organismo fue creado, y que cuenta con recursos financieros provistos por organismo internacionales, hasta ahora sin ejecución», finalizan.