Los libertarios, a las órdenes de Santiago Caputo, desembarcan en Nucleoeléctrica

El gobierno de Javier Milei concretará la semana próxima un nuevo cambio de autoridades en el directorio de Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA), la compañía que opera las centrales nucleares. Santiago Caputo, principal asesor y hombre de máxima confianza del Presidente, tomará el control del área nuclear a través de la designación de Alberto Lamagna como nuevo presidente de NA-SA en reemplazo del titular actual y funcionario de línea, Luis Fasanella, que seguirá en la empresa.

La novedad de las últimas horas pasa por el perfil del Directorio de la empresa encargada de operar las centrales atómicas que confeccionó Caputo, con una notoria falta de cuadros técnicos conocedores de la empresa y el sector nuclear en general.

La Secretaría de Energía convocó para el próximo miércoles 28 de agosto a una asamblea de accionistas tanto en Nucleoeléctrica como en Dioxitek, la empresa estatal que provee el dióxido de uranio para el combustible nuclear. Según indicaron a este medio fuentes públicos y privadas, Lamagna será designado como nuevo presidente de NA-SA, mientras que Fasanella, que había llegado al cargode la mano del ex jefe de Gabinete Nicolás Posse, seguirá como vicepresidente en reemplazo de Julián Gadano, un histórico del sector y el principal técnico en el área nuclear que integraba el gobierno de Javier Milei.

Mario Levy, director de Generación Eléctrica de la Secretaría de Energía, que ingresó al Estado durante la gestión de Alberto Fernández y hoy responde al secretario de Energía Eduardo Rodriguez Chirillo, continuará en el Directorio. Pero lo llamativo pasa por la elección de los dos nombres restantes para completar el máximo órgano de control de la empresa nuclear estatal. Uno de ellos sería Emiliano Giana, hermano de Guido Giana, un ex dirigente del PRO en la provincia de Buenos Aires que mutó a las filas libertarias y hoy es una persona de confianza de Diego Chaher, quien está al frente de una Unidad Ejecutora de Empresas e integra el círculo de confianza de Caputo.

Guido Giana, que cobró notoriedad mediática y política en 2020 durante el conflicto por la usurpación y posterior desalojo de un importante predio en Guernica —precisamente por ser dueño, junto con su familia, de esas tierras en el sur de la provincia de Buenos Aires— fue candidato a intendente en Presidente Perón por el PRO en 2015 y luego fue funcionario del PAMI durante los cuatro años del mandato de Mauricio Macri. Luego de la presidencia de Macri recaló como director de Administración y Finanzas del Sanatorio Güemes, propiedad de Mario Lugones, padre de Ramiro, consejero y amigo del asesor presidencial, con quien trabó una relación de amistad.

La quinta silla en el Directorio de NA-SA la ocuparía Jeremías Coppola, un joven licenciado en Finanzas de la Universidad de San Andrés que se enfocó en el negocio de trading de criptomonedas, según se desprende de su perfil en LinkedIn. Ni Giana ni Coppola cuentan con una experiencia previa vinculada al sector nuclear, por lo que cuatro de los cinco directores de Nucleoeléctrica darán sus primeros pasos en la industria atómica a partir de su designación como miembros del organismo de conducción de la mayor compañía nuclear de la Argentina.

Por el lado de Dioxitek, Fabián Moreira sería el nuevo presidente, Ernesto Kirchuk será el vicepresidente y el directorio lo completarán Mariano Flamini, Santiago Caseaux Alsina (actual director tanto en Nucleoeléctrica como en Dioxitek) y Pablo Zapata (actual director en Dioxitek representando a la provincia de Mendoza).

Sorpresa

Fuentes cercanas a Nucleoeléctrica y a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) manifestaron perplejidad y preocupación por el perfil del directorio confeccionado por el gobierno debido a la ausencia de técnicos conocedores de la empresa operadora de las centrales nucleares. De hecho, la CNEA no tuvo participación alguna en la confección del directorio vigente ni del nuevo, pese a tener la potestad para designar a uno de los directores por ser accionista.

El nuevo directorio representa el perfil que Caputo busca imprimir en los directorios de las empresas estatales con el objetivo de acelerar su privatización. Lamagna llegará al cargo promovido por Chaher, que tiene el mandato de acelerar la privatización o concesión de las empresas que son propiedad del Estado.

En esa clave, Lamagna, un doctor en física con un sinuoso recorrido por la política que incluye al Frente para la Victoria, el PRO y el Frente de Todos, le habría prometido a Chaher avanzar con la privatización de la generadora estatal en el próximo semestre. Si bien en el plano profesional tuvo una extensa carrera en la CNEA, nunca trabajó en NA-SA.

El cambio del Directorio de NA-SA se inscribe en un contexto signado por la necesidad de tomar decisiones sobre el proyecto de extensión de vida de Atucha I. La central nuclear debería parar el 29 de septiembre para comenzar con las obras que llevarán dos años de trabajo para extender su vida operativa por dos décadas más. Pero el gobierno evalúa la factibilidad de postergar el proyecto para tener a la central operativa en el verano.

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Nota de AgendAR: Mal podría ser un técnico en el área atómica el sociólogo Julián Gadano, exsubsecretario de Energía Nuclear de Macri. Es sociólogo. Pero no cualquier sociólogo.

En mayo de 2017 se negó a reabrir la Planta Industrial de Agua Pesada, de Arroyito, Neuquén, que acababa de ponerse «a nuevo» para dotar de este insumo esencial a nuestras plantas nucleares, todas de uranio natural. Desde entonces, Argentina, máximo productor mundial a la fecha, se volvió importador.

En junio de 2017, Gadano comunicó desde Beijing a los rionegrinos que tendrían una central nuclear china Hualong-1 de 1120 MW, sin comerla ni beberla ni consultas públicas no ofrecimiento de industrias electrointensivas a pie de planta. El sociólogo logró que la población urbana de toda la provincia saliera a la calle a oponerse, y así dejó sin «siting» esta obra hasta las elecciones de 2019. Desde entonces, así continúa. Cerrada y deteriorándose.

Mucho más importante que lo anterior pero ligado, en mayo de 2018 Gadano abandonó Atucha III CANDU, o «Proyecto Nacional», la cuarta central nuclear argentina, una CANDU básicamente nacional y de 700 MWe a construirse junto a las Atuchas I y II a orillas del Paraná de las Palmas. Pero Gadano no se limitó a matar dos centrales en el huevo y el autoabastecimiento local en agua pesada. Su lista de hazañas continúa.

Como operador del ministro de Energía Juan C. Aranguren, hombre de la Shell, aceptó que todo el Programa Nuclear Argentino cayera en el tótem estatal al rango de una subsecretaría, un rango sub-municipal, a cambio de presidirlo. Con ello aceptó sin chistar que el presupuesto nuclear de 2016 se fijara a la mitad del de 2015 y quedara congelado ahí en pesos. Con esto se llevó puestas además la terminación de dos obras estratégicas: el reactor RA-10 de Ezeiza y el prototipo de la central nuclear compacta CAREM, en el predio de las Atuchas.

No creemos que haya en el sociólogo ninguna animadversión antinuclear. Sean manifiestas o encubiertas, jamás lo acusaríamos de ser un hombre de convicciones. Toda su gestión sólo transmitió órdenes, subido mágicamente encima del mayor, mejor y más exitoso elenco de expertos nucleares del hemisferio sur.

Suponemos que su nombramiento fue un modo calabrés de mostrar el desprecio de un cierto ingeniero por el sector científico-tecnológico nacional más ligado a la producción. «It’s nothing personal, it’s strictly business», como dice Mike Corleone en El Padrino, 1972, para explicar una ejecución. Gadano siempre hizo lo que querían Aranguren y cierta embajada.

Lo que sucede hoy en NA-SA, dirigida por bicicleteros de la City, es más de lo mismo. En dosis letal.

VIAEconoJournal