Mientras que en la Argentina YPF y otras empresas evalúan la posibilidad de construir una planta de gas natural licuado (GNL), en México se está llevando adelante un proyecto similar que está más avanzado y que funcionaría como un espejo para los planes nacionales. Se trata de la terminal de GNL Saguaro Energía, que se construirá sobre la costa del Pacífico, en Puerto Libertad, Sonora, con una inversión inicial de US$15.000 millones, y que permitirá exportar el sobrante de gas de Estados Unidos a los mercados de Asia.
La construcción de la terminal de GNL se considera un proyecto game-changer (punto de inflexión) en México, ya que posicionará al país como el cuarto exportador de gas licuado del mundo, solo por detrás de Australia, Qatar y Estados Unidos. Los planes de la obra comenzaron en abril de 2020, de la mano de la empresa Mexico Pacific.
Si bien México no es un productor de gas, se abastecerá con la oferta de Permian, la cuenca de producción no convencional de Texas, Estados Unidos, que permitió desarrollar la tecnología del fracking para que sea rentable extraer gas y petróleo de rocas duras. En otras palabras, el desarrollo de Permian posibilitó que Vaca Muerta sea hoy una realidad que cambió la matriz energética argentina.
Desde Permian al Puerto Libertad se construirá el gasoducto Sierra Madre, de 800 kilómetros de longitud, que tendrá un diámetro de 48 pulgadas, cuatro plantas compresoras y que transportará 80 millones de metros cúbicos por día (m3/d). Para tomar dimensión, el gasoducto Néstor Kirchner, construido el año pasado en la Argentina, tiene una longitud de 573 km, con tubos que tienen un diámetro de 36 pulgadas y transporta 22 millones de m3/d.
La planta de GNL Saguaro Energía se instalará a unos 200 km al sur de la frontera con Estados Unidos y permitirá a México exportar 15 millones de toneladas por año (MTPA). Se eligió ubicarla sobre la costa del Pacífico para ahorrar 11 días de transporte a Asia, ya que se evita de esta manera cruzar el canal de Panamá.
Se espera que la mayor parte de la terminal de GNL de México esté en funcionamiento en 2028. El proyecto contempla, en una segunda etapa, duplicar la capacidad de procesamiento a 30 MTPA. La iniciativa de YPF y Petronas, por su parte, tendría una capacidad de entre 25 y 30 MTPA.
Los países asiáticos son el principal mercado donde está la demanda de GNL, además de Europa, ya que están en pleno proceso de reemplazar carbón por gas como fuente de energía. Hasta 2021, el 55% de la generación eléctrica de China todavía funcionaba a base de carbón, luego de haber invertido en los años anteriores para diversificar sus fuentes de suministro e incluir la energía renovable, nuclear y el consumo de GNL.
Antes de comenzar la construcción de la planta de GNL en México, la empresa a cargo del proyecto, Mexico Pacific, firmó contratos de ventas de gas por 20 años para asegurarse los clientes y luego, con esos contratos, conseguir el financiamiento. A la fecha, ya anunció acuerdos con Shell, ExxonMobil, Woodside, Zhejiang Energy y Guangzhou. La empresa contrató a la japonesa Mitsubishi UFJ Financial Group (MUFG) para dirigir el financiamiento del proyecto.
Al momento comenzaron las obras para las instalaciones temporales y de movimiento de tierras, trabajos de desmonte, despalme y compactación, de las cuales participa la constructora argentina Techint, que fue adjudicataria. “Las actividades relacionadas con las instalaciones temporales incluyen señalamientos externos básicos, cercado de áreas, instalación de servicios primarios, como energía vía generación a diésel, y el servicio médico, entre otras”, explica la página de la empresa que fundó la familia Rocca.
Proyecto argentino
A principio de mes, YPF y Petronas anunciaron que, en caso de avanzar con la construcción de la planta de GNL, se instalará en el puerto Punta Colorada, en Río Negro. Previamente, llegarán al país buques de licuefacción de gas que se emplazarán en ese puerto para comenzar el proceso de convertir el gas de su estado natural a líquido, para que pueda ser exportador por barcos en vez de utilizar gasoductos.
De hecho, Pan American Energy (PAE) ya anunció la contratación de al menos un buque de licuefacción de la noruega Golar, que llegará al país en 2027. Se espera que en los próximos meses otras productoras de gas se asocien a este proyecto, incluyendo a YPF.
La empresa de Noruega confirmó que se utilizará el buque FLNG Hilli Episeyo, que actualmente está operando en Camerún, y que tiene una longitud de casi 300 metros, y una capacidad nominal de 2,45 MTPA, equivalente a 11,5 millones de metros cúbicos día de gas natural.
Inicialmente, la terminal de GNL flotante se abastecerá de gas natural utilizando la infraestructura y capacidad existente del sistema en los meses del año con menor demanda local (el verano). Posteriormente, el objetivo es que pueda operar todo el año.
Como parte del acuerdo, se creó una empresa llamada Southern Energy, de la cual Golar tendrá una participación del 10%. Las acciones restantes están al momento en manos de PAE, que es la responsable de la compra del gas nacional, las operaciones, la venta y la comercialización de los volúmenes de GNL de la Argentina. Sin embargo, la participación podría distribuirse entre las futuras empresas que ingresen al proyecto.
En un contexto internacional que cambió luego de que el mayor exportador de gas a Europa, Rusia, invadiera Ucrania, los países buscan diversificar sus fuentes de energía y asegurarse el abastecimiento. En este marco, la Argentina tiene la oportunidad de ofrecer los excedentes de gas que genera Vaca Muerta. Se trata de un mercado muy competitivo, en el cual pocas economías tienen las instalaciones necesarias para convertir el gas natural a líquido. Hoy es liderado por Australia, Qatar, Estados Unidos, Rusia y Malasia.
Sofía Diamante