La transición energética es un desafío global que, más allá de que toma distintas formas en cada región, requiere la búsqueda de soluciones compartidas basadas en el desarrollo científico-tecnológico y la cooperación entre países. Ese fue el eje del “Día de la Ciencia Argentino-Alemán”, una jornada realizada en la Embajada Argentina en Alemania el pasado 8 de noviembre, en Berlín.
El evento formó parte del programa de la Berlin Science Week, que se hace todos los años del 1 al 10 de noviembre con el objetivo de conectar ciencia, arte y sociedad. En esta edición, el festival ofreció más de 300 actividades desplegadas en 120 locaciones, con exponentes provenientes de todo el mundo, bajo el lema de «Common ground» (que puede traducirse como «terreno en común» o «puntos en común»).
Durante la actividad realizada en la Embajada argentina, científicos de ambos países disertaron sobre los proyectos que realizan en conjunto en distintos aspectos vinculados a la transición energética y debatieron en dos paneles de discusión sobre el tema. El evento, que se llevó a cabo en inglés y en español, contó con las palabras de bienvenida del embajador argentino en Alemania, Fernando Brun.
“¿Por qué un país como Argentina se integra a la semana de la ciencia en Alemania? Lo hacemos comprometidos de manera estratégica con la ciencia como motor de la competitividad y del avance de los beneficios de nuestra civilización”, expresó Brun, quien destacó a la transición energética como una oportunidad para “generar capacidades que nos permitan integrarnos de manera única en nuevas cadenas de valor”. A continuación, el secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología de la Argentina, Darío Genua, en un mensaje grabado, destacó la importancia de la colaboración con Alemania en temas de transición energética por ser un país con una sólida trayectoria en innovación.
El moderador del evento fue Andrés Lasagni, doctor en Ciencia de Materiales y coordinador científico de la Red de Científicos Argentinos en Alemania (RCAA). La red, que el próximo mes festeja 15 años de existencia, busca generar una vinculación entre científicos argentinos que viven en ese país y fomentar la cooperación de ambos países en distintas disciplinas. “Inicialmente pertenecemos al programa Raíces. Nos gustaría llegar a más científicos argentinos que trabajan en Alemania. Los invitamos a sumarse y a contarnos qué esperan de la red, para seguir ampliando los lazos de cooperación”, indicó Lasagni.
Durante la jornada, se anunció la creación de la Alianza Geotérmica Argentino-Alemana (GAGA, por sus siglas en inglés). Esta iniciativa aspira a identificar y catalogar los recursos geotérmicos de la Argentina para su posterior utilización, con miras a aprovechar esta fuente de energía renovable para seguir avanzando en la transición. La propuesta fue hecha por la científica alemana Igna Moeck, de la Universidad Göttingen, quien contó sobre la motivación para impulsarla. “Creo que es una gran oportunidad para nosotros ya que estamos convencidos de que compartir nuestro conocimiento mejora el potencial y el entendimiento en materia energética para ambos países”, sostuvo.
Por su parte, Héctor Ostera, investigador de la UBA y representante argentino de esta nueva alianza, enumeró las ventajas de esta fuente de energía, como por ejemplo: limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, alineándose con los compromisos reflejados en el Acuerdo de París; mejorar la seguridad del suministro eléctrico en la región; y brindar un suministro de energía eléctrica de base confiable, incluso en condiciones adversas que afectan a otras fuentes como la escasez de agua y de vientos. En ese sentido, una de las primeras tareas de la Alianza será hacer un análisis del sistema geológico argentino y una recopilación y control de calidad de datos de temperatura del subsuelo para desarrollar un modelo de temperatura 3D para Argentina.
Otros de los expositores fue Emiliano Cortés, investigador argentino en el Nanoinstitut München, donde explora las propiedades de nanomateriales para tratar de convertir o almacenar energía de forma más eficiente. “Alemania tiene una apuesta muy grande en investigación básica y lleva la delantera en cuanto al porcentaje de su sistema energético que ya se ha convertido a energías limpias. En tanto, lo que tiene la Argentina son recursos naturales claves para formar parte de las energías limpias del futuro, incluyendo los minerales críticos, y por ello tiene un desafío muy grande: ver cómo hará para explotarlos de forma sostenible y amigable con el ambiente, con beneficios reales para la sociedad que habita ese territorio”, expresó.
A su vez, subrayó que la mayor dificultad para transicionar a energías limpias y abandonar los combustibles fósiles son los costos. “Los costos son un factor central para que la población se sume a la idea de un cambio de paradigma energético. Creo que podemos aprender mucho de China, que ha sido muy eficiente en ofrecerle a la población soluciones a un costo competitivo comparado con el de las energías contaminantes, con lo cual han logrado un cambio rápido y a gran escala. Esto nos muestra que las herramientas existen y hay que ver cómo podemos aplicarlas en nuestros territorios», remarcó.
En el mismo sentido, Liliana Mogni, investigadora del Centro Atómico Bariloche (CAB), quien contó sobre el trabajo que realizan en nuevos materiales e hidrógeno verde junto al Helmhotz-Zentrum Berlin y otras instituciones, agregó: “La Argentina tiene recursos naturales y energéticos claves. Mi esperanza es que podamos explotar estos recursos pero agregando valor a través de la ciencia, de forma similar a como hicimos en el pasado con la energía nuclear, apuntando a que se pueda desarrollar una industria en torno a esos recursos”.
Otros temas sobre los que se debatieron durante la jornada incluyeron la necesidad de reducir la cantidad de energía que se consume y de aumentar la eficiencia energética; la preocupación por la cantidad de energía que se va a necesitar en los próximos años para el uso de Inteligencia Artificial (se estima que podría llegar al 2% del consumo mundial de energía); y la inquietud por el impacto que tendrá la reelección de Donald Trump en Estados Unidos, un conocido negacionista del cambio climático, en el proceso de transición energética mundial.
Por último, también hubo espacio para la reflexión sobre el desfinanciamiento de la ciencia argentina por parte del Gobierno. Al respecto, Mogni advirtió: “Tenemos una situación crítica con muchos proyectos congelados o con una asignación de fondos dilatados. Esto es un golpe muy grande porque este tipo de desarrollos requieren de capital intensivo. Sobre todo en las etapas iniciales, donde es clave la participación del Estado. Estoy viendo con mucha pena que hemos llegado a este punto de desarrollo con mucho más background científico y técnico que otros países de la región y, sin embargo, hoy estamos perdiendo la oportunidad de dar el salto por la dilatación de los fondos. Sin eso, se hará difícil continuar es el camino de la transición”.
Nadia Luna