China y EE.UU. habrían acordado en varios temas, incluido soja ¿Cuál sería el impacto en Argentina?

Luego de que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, dijera que China acordó comprar 12 millones de toneladas de soja norteamericana durante la temporada actual, hasta enero, y que además se comprometió a adquirir 25 millones de toneladas anuales durante los próximos tres años como parte de un amplio acuerdo comercial con Beijing, el mercado internacional reaccionó con una suba inicial, aunque todavía prevalece la cautela entre los operadores porque no se conocen los detalles del programa comercial. En tanto, también hay cautela sobre el eventual impacto que podría tener para la Argentina que China reactive más compras en EE.UU. En el mercado sudamericano el impacto en los precios podría ser bajista.

El anuncio, realizado durante una entrevista con Fox Business Network, generó optimismo en el sector agrícola norteamericano, pero los analistas advierten que aún no se conocen los detalles logísticos ni los embarques concretos que ratifiquen la magnitud del compromiso chino.

“Se prolonga la racha alcista en las cotizaciones de la soja, con las primeras posiciones bordeando los US$404 por tonelada. Las primeras posiciones están registrando ganancias superiores a los US$7″, explicó esta mañana a LA NACION Eugenio Irazuegui, analista de la corredora Zeni.

Sin embargo, indicó que “en paralelo, ceden levemente las primas sudamericanas, previendo un redireccionamiento de la demanda china a orígenes de Estados Unidos”.

El especialista recordó que, hasta ahora, el gigante asiático “venía asegurándose una serie de cargamentos de poroto tanto desde Brasil como desde la Argentina, una gran parte para ser despachados entre noviembre y diciembre próximos”
El especialista recordó que, hasta ahora, el gigante asiático “venía asegurándose una serie de cargamentos de poroto tanto desde Brasil como desde la Argentina, una gran parte para ser despachados entre noviembre y diciembre próximos”Paulo Whitaker – Reuters

El especialista recordó que, hasta ahora, el gigante asiático “venía asegurándose una serie de cargamentos de poroto tanto desde Brasil como desde la Argentina, una gran parte para ser despachados entre noviembre y diciembre próximos”.

Tras la reciente reunión entre Donald Trump y Xi Jinping, Irazuegui sostuvo que “se renueva el optimismo por la concreción de un acuerdo comercial entre Estados Unidos y China”. Señaló que el impacto inmediato en el mercado sudamericano será bajista.

Vale recordar que China compra principalmente poroto de soja —no aceite ni subproductos— porque cuenta con una capacidad de procesamiento casi tres veces superior a la de la Argentina.

Según datos de Gustavo López, de Agritrend, los chinos demandan entre 106 y 110 millones de toneladas al año. “En el ciclo que terminó fueron casi 110 millones, de los cuales 23 millones de toneladas fueron de origen norteamericano, casi 80 millones brasileño, unos 7 millones de toneladas argentinas y algo de Uruguay”, detalló.

Para este nuevo ciclo comercial (septiembre 2025-agosto 2026), proyectó “unas 107 millones de toneladas de demanda, donde Brasil ya le vendió 30 millones y la Argentina más de 8 millones; pero los norteamericanos nada”.

El analista explicó que normalmente las ventas norteamericanas se concretan entre septiembre y noviembre, pero que los chinos “tuvieron que cubrir esa brecha y los brasileños exportaron entre 6,5 millones en septiembre y octubre y 3 millones en noviembre, y la Argentina más de 2 millones”.

Por su parte, Lorena D’Angelo, analista del mercado de granos de AZ Group, consideró que, pese al entusiasmo inicial, los operadores mantienen una postura prudente. “Si bien el anuncio generó optimismo, los mercados mantienen cautela, ya que todavía no se han confirmado los volúmenes mediante embarques concretos ni se conocen detalles logísticos del acuerdo”, señaló.

La especialista recordó que, en las semanas previas, “China había comenzado a reingresar al mercado norteamericano con algunas compras iniciales de menor escala con la empresa de ese país, Cofco”, consideradas por los analistas como “un paso previo al cumplimiento de los nuevos compromisos”.

En este sentido, D’Angelo advirtió que el encuentro entre Trump y Xi Jinping “dejó sabor a poco, principalmente por la falta de definiciones respecto de cómo se concretaría este acercamiento”.

Según la analista, la expectativa previa a la cumbre “había sido muy favorable, con la esperanza de que China volviera a comprar poroto americano”, pero ahora, “sin definiciones, el mercado empieza a descontar que lo que se pensaba era mucho más de lo que finalmente se concretará”.

De todos modos, D’Angelo subrayó que China ya había cubierto gran parte de sus necesidades con compras a Brasil y la Argentina. “Las necesidades actuales se concentran en noviembre, diciembre y enero, porque en febrero comienza a ingresar la cosecha brasilera. Por eso, el mercado estima que el país asiático podría comprar entre 6 y 8 millones de toneladas adicionales en estos momentos, aunque sin certezas sobre el número final”, explicó.

Para D’Angelo, el efecto del acuerdo será “bajista para el mercado sudamericano en el corto plazo” y, en el largo plazo aunque, “si efectivamente se concretara un volumen mayor de compras en las próximas semanas, podría tener un impacto más neutro o incluso positivo en el mediano plazo”.

Bessent señaló que “otros países del sudeste asiático también acordaron comprar 19 millones de toneladas de soja norteamericana”, aunque no precisó el período de esas operaciones.

“Así que nuestros grandes productores de soja, a quienes los chinos usaron como fichas políticas, ya no estarán en esa situación, y deberían prosperar en los próximos años”, afirmó el funcionario norteamericano.

En paralelo, la secretaria de Agricultura de Estados Unidos, Brooke Rollins, celebró las palabras del expresidente Trump sobre la soja y el sorgo a través de una publicación en X (exTwitter), reforzando el mensaje de optimismo del Gobierno republicano.

“En la rueda de la noche de Chicago subió seis dólares más, con lo cual estamos en 402 dólares en las posiciones más cercanas; ya la posición de enero en 407, marzo en 410 y mayo en 415 dólares, cuando sale la nueva cosecha argentina”, dijo López.

Advirtió que, “automáticamente, cuando sube Chicago, empiezan a bajar las primas argentinas porque se vuelve más atractivo Estados Unidos”. En ese contexto, señaló que los exportadores locales “tienen DJVE para cumplir, más un ritmo de molienda récord, de más de cuatro millones de toneladas el último mes”. Actualmente, “ya hay casi 12 millones de toneladas declaradas que deberán embarcarse en la campaña 2024/25”.

López recordó que la participación argentina en las compras de China ronda el 5%, aunque este año aumentó “por la salida de los norteamericanos”. Aun así, consideró que “es preferible vender y mantener el liderazgo que la Argentina tiene a nivel mundial de aceites y subproductos”, y no competir directamente con Estados Unidos en la venta de poroto.

“Es muy probable que el precio de la soja como poroto se empiece a deprimir, pero va a haber un sostenimiento quizás por el lado del aceite y de los subproductos, porque el industrial argentino va a necesitar poroto”, sostuvo.

Por ello estimó que “los premios de soja como poroto bajen, pero se compense con una gran necesidad de la industria que permita mantener los precios actuales”.

En ese sentido, advirtió que entre diciembre y enero “va a haber una escasez notable”, porque “todavía no hay mercadería nueva en Brasil y la Argentina da prioridad a las fábricas”.

Para los operadores argentinos, el foco estará puesto en cómo evolucione el comercio de soja en las próximas semanas. “Más allá de lo que pase en Estados Unidos, que China compre soja norteamericana es bajista para el mercado local, tanto para el disponible como para la soja nueva”, dijo D’Angelo.

Mariana Reinke

VIALa Nación