El INTI, hoy y mañana a tiro de decreto

El Gobierno pretende centralizar el organismo de asistencia a la industria para que las decisiones dependan de forma más directa del Poder Ejecutivo y el Ministerio de Economía, con lo que perdería autonomía y podría ser el paso previo a su desmantelamiento. Se teme que la modificación se realice a través un decreto antes del 8 de julio, cuando vencen las facultades delegadas del Presidente de la Nación.

Trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) se encuentran en alerta frente a la amenaza de cambiar la estructura del organismo y centralizarlo, para que dependa de forma más directa del Poder Ejecutivo y el Ministerio de Economía. Hoy, el INTI tiene autonomía para tomar decisiones sobre el financiamiento de sus investigaciones, para la priorización de proyectos y el funcionamiento de sus centros tecnológicos, decisiones que se toman a partir de cuestiones técnicas y los objetivos estratégicos del instituto, aunque siempre con la dirección de un gerente nombrado por el Ministerio de Economía, y antes, cuando había, por el Ministerio de Industria. Esto permite agilidad para la firma de convenios y para adaptarse a necesidades de la industria sin mediar el permiso burocrático ministerial. Así, puede hacer convenios con empresas y cobrar por ellos para luego reinvertir el dinero en su propia estructura. Además, esto le permite lanzar proyectos propios en cualquiera de sus 40 centros tecnológicos o en los centros regionales que se ubican en las diferentes provincias, y hacer su planificación estratégica. El control está hecho por el Ministerio de Economía y por la Sindicatura General de la Nación.

El INTI perdió el 35% de su presupuesto, una caída récord que va en sintonía con el resto del sistema científico, pero el cambio de estructura, que ya había sido cambiada en 2018 por el presidente Macri, es el más negativo de los cambios que se le harán desde su fundación en 1954. Un trabajador del INTI, dijo: “Estoy en la mira y si saben que comento cosas sobre el INTI lo pueden usar de excusa para despedirme”. Este tipo de situaciones dan cuenta de la dificultad que está habiendo para trabajar en organismos públicos, adonde generalmente son los jefes los que se van con las diferentes gestiones pero los trabajadores de planta generan el conocimiento y la acumulación de capacidades en las instituciones. Hoy se busca que sea la dirección política la que tenga el control y tome todas las decisiones desplazando a los consejos técnicos y profesionales. Gente que no conoce la institución, ni la industria, y que no tiene ningún aprecio por el INTI serán quienes harán la modificación más grande en su estructura y misión pensada de forma cerrada e improvisada.

“El cambio que proponen tiene que ver con una mirada ideológica en la que el Estado no tiene que intervenir en nada. Y bajo el falso pretexto de mejorar la eficiencia lo que se busca es disciplinar a los 17 organismos de tecnología del país. Este instituto no puede ser reemplazado por el sector privado porque no les da la estructura y nos les permite ser rentables. Acá se busca el desarrollo del país y mejorar la productividad de las empresas”, le dijo el integrante del organismo.

En lo que va de la gestión libertaria, este organismo de asistencia a la industria perdió el 25% de su personal, ya que 736 personas dejaron su cargo.

El INTI cuenta con una estructura de presidencia y de gerencias por área, y con 40 centros tecnológicos, como Alimentos, Construcciones, Caucho, Electrónica, o Mecánica, entre otros. Algunos con muchas décadas de funcionamiento y otros que responden a tecnologías más recientes, como nanoelectrónica. Todavía no se sabe exactamente cuál es la nueva estructura que se propone para el INTI. Solo se anuncia que sería más dependiente del Gobierno de turno y que luego vendría una reestructuración que seguramente traerá despidos.

Las decisiones sobre este tipo de reformas vienen del lado del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, a cargo de Federico Sturzenegger. En la misma dirección fueron los cambios en la Agencia I+D+i publicados en un decreto en el Boletín Oficial (447/2025) y que permitirán que el Ejecutivo tenga más incidencia sobre qué trabajos científicos se podrán financiar y cuáles no, desplazando la toma de decisiones del Directorio, que estaba formado por 10 miembros y ahora pasará a estar formado por solo dos, nombrados por Presidencia. El funcionamiento de la Agencia, desfinanciada casi por completo, se tradujo en su falta de operatividad desde la gestión de este Gobierno: su ejecución presupuestaria es prácticamente nula, pese a contar con fondos de organismos internacionales.

En la mayoría de los países con algún tipo de desarrollo industrial hay institutos que cumplen la misma función que el INTI, como el Fraunhofer en Alemania, el LATU en Uruguay, que tiene un directorio nombrado por el ministro de Industria, Energía y Minería, por el Banco de Uruguay y por las Cámaras Empresarias, o algunos con funciones más específicas como el Instituto Mexicano del Petróleo.

El beneficio de que sea una institución descentralizada es que permite rápida capacidad de respuesta a las necesidades de las empresas. Hace que se pueda trabajar con empresas grandes, pequeñas, o investigadores, se pueden hacer convenios y tener agilidad de trabajo, y que los fondos conseguidos se puedan reinvertir en investigaciones de la misma institución. Al centralizarlo se aumenta la burocracia y dificulta el trabajo, especialmente con empresas chicas, y los fondos dependen de resoluciones ministeriales. Justamente, son las pymes las que más necesitan del INTI porque es a las que más les cuesta tener acceso a un laboratorio o a un equipo de profesionales de tiempo completo para poder innovar o corregir problemas de procesos o manufactura. También, al centralizar las decisiones eso lleva a restar federalización, algo que ya se ha visto afectado con los recortes en las provincias donde hay sedes del organismo, ya que se eliminaron unidades de extensión en más de 20 localidades.

El año pasado, en el INTI hubo un plan de retiro voluntario que tomaron 300 trabajadores y actualmente falta personal en muchas áreas tecnológicas y regiones.

Otra función importante del INTI es ser el encargado de hacer certificaciones y controles de medidas para verificar la calidad de los productos, tanto los fabricados en el país como los importados. La semana pasada se eliminó la necesidad de verificar la calidad de las pilas, dando por buena su certificación de origen. La norma corría tanto para las pilas estándar como para las usadas en procedimientos médicos complejos, de las que depende la vida de un paciente. Además, desde que esta ley estaba vigente se había mejorado mucho la calidad, tanto en duración de las pilas importadas como en la contaminación que producían.

Durante 2024, el INTI brindó 11.000 servicios de asesoría a empresas y algunas de ellas presentaron comunicados para hablar en defensa del instituto. La más importante fue la UIA, que se expresó en contra de la descentralización del INTI. También hubo 3000 adhesiones remarcando la importancia del INTI y diversas cámaras industriales se expresaron a favor.

En lo que va de la gestión libertaria, este organismo de asistencia a la industria perdió el 25% de su personal, ya que 736 personas dejaron su cargo. El año pasado hubo un plan de retiro voluntario que tomaron 300 trabajadores y actualmente falta personal en muchas áreas tecnológicas y regiones. Por ejemplo, en el Centro de Alimentos, en la Patagonia, hay cinco personas que recorren distancias muy grandes para hacer asistencias. Despidos de personal o reducciones de presupuesto para viáticos tienen una incidencia muy grande en la capacidad de poder cumplir la función del INTI que muchas veces tiene que ver con mejorar procesos para aumentar la calidad del producto y así, por ejemplo, poder exportarlo o aumentar la productividad. Especialistas con años de experiencia se han ido del instituto, lo cual corta la cadena de conocimiento hacia las trabajadores más jóvenes.

Al cierre de esta nota, empleados y empleadas del INTI organizaban una vigilia en defensa del organismo y como respuesta la intento de desmantelamiento y pérdida de capacidades y recursos generadas por las políticas del Gobierno nacional.

Matías Alonso

VIATSS UNSAM - Matías Alonso