El presidente estadounidense, Donald Trump, lanzó el jueves por la noche una nueva ofensiva en su guerra comercial, al presentar un ambicioso plan que redefine las reglas del comercio global. La propuesta traza un mapa mundial de aranceles que oscilan entre el 10% y el 50%, que varía según si los países lograron o no cerrar un acuerdo comercial con su gobierno antes del 1° de agosto.
La medida afectará a las exportaciones de cerca de 200 países hacia Estados Unidos y comenzará a regir el próximo jueves.
El mapa de los aranceles de Trump
Las nuevas tasas incluyen un gravamen universal mínimo del 10% y entrarán en vigor el próximo jueves
El caso de Brasil

Brasil se convirtió en el país más afectado por los nuevos aranceles anunciados por Trump. El miércoles por la noche, el mandatario firmó una orden ejecutiva que impone un arancel base del 40% a todas las importaciones brasileñas, más un recargo adicional del 10% como “penalización especial”, lo que eleva el total al 50%. Sin embargo, algunas categorías fueron eximidas, entre ellas los aviones, el aluminio y los productos energéticos.
Desde la Casa Blanca señalaron que el recargo del 10% se aplica a los países considerados “hostiles o problemáticos” por motivos políticos o judiciales. En el caso de Brasil, Trump apunta directamente al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, con quien mantiene una relación tensa. El republicano acusa al gobierno brasileño de perseguir a su aliado Jair Bolsonaro, procesado por intentar revertir su derrota en las elecciones de 2022. Trump enfrenta cargos similares en Estados Unidos desde 2023.
Aunque la administración republicana insiste en que los nuevos aranceles buscan corregir los déficits comerciales crónicos de Estados Unidos, el caso de Brasil contradice esa lógica: el país norteamericano mantiene un superávit comercial con Brasil, es decir, le vende más bienes y servicios de los que le compra.
Los más afectados
El grupo de países más golpeados por las nuevas medidas de Trump lo completan siete naciones, con aranceles que oscilan entre el 35% y el 41%. Serbia, Irak y Canadá enfrentan un gravamen del 35%, mientras que Siria encabeza la lista con un 41%. Entre ellos destaca especialmente Suiza, que fue sorprendida con un arancel del 39%.
El nuevo impuesto —superior al 31% que originalmente había propuesto Washington y que las autoridades helvéticas ya habían calificado de “incomprensible”— representa un duro golpe para la pequeña nación alpina. Estados Unidos es el principal destino de exportación de productos emblemáticos suizos como relojes, joyas y chocolates, sectores que ahora enfrentan una fuerte amenaza a su competitividad.
Particularmente llamativo también es el caso de Canadá, que, pese a ser uno de los principales socios comerciales de Estados Unidos y mantener una relación estratégica histórica, fue incluido entre los países sancionados con un arancel del 35%. La medida no parece obedecer a razones económicas —Washington tiene con Canadá un intercambio equilibrado y altamente integrado—, sino a motivaciones políticas. Días antes del anuncio, el gobierno canadiense expresó su intención de reconocer oficialmente al Estado palestino, en línea con varios países europeos. Además, desde la Casa Blanca acusan a Ottawa de no hacer lo suficiente para frenar la producción y el tránsito de precursores químicos vinculados al fentanilo, una droga que alimenta la crisis de opioides en Estados Unidos.
Incertidumbre en México y China
Mientras tanto, todas las miradas están puestas en dos actores clave: México y China. Por su peso económico y su relación comercial con Estados Unidos, el desenlace de las conversaciones podría marcar el rumbo del nuevo orden comercial global que impulsa el republicano.
El jueves, tras mantener una conversación telefónica con su homóloga mexicana, Claudia Sheinbaum, Trump adoptó un tono inusualmente conciliador y concedió a México una prórroga de 90 días para cerrar un acuerdo bilateral. “Firmaremos dentro de ese plazo, o incluso antes”, prometió. Mientras tanto, el país vecino sigue enfrentando un arancel del 25% sobre la mayoría de sus exportaciones, salvo los productos contemplados en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). “Alcanzamos el mejor acuerdo posible si se compara con lo que recibieron otras naciones”, afirmó Sheinbaum en una rueda de prensa.
En contraste, el panorama con China —principal socio comercial de Estados Unidos y país con el mayor superávit bilateral— es mucho más incierto. Las conversaciones celebradas a principios de semana en Estocolmo no arrojaron resultados concretos, y Trump aún no ha definido si el próximo 12 de agosto prorrogará la entrada en vigor de los aranceles previstos para las exportaciones chinas. El resultado de esa negociación será determinante no solo para ambas economías, sino también para el equilibrio comercial global.
Otros perjudicados
Entre los países perjudicados por la nueva ola de aranceles anunciada por Trump también se encuentran varias economías emergentes y en desarrollo, que recibieron gravámenes de entre el 20% y el 30%. Taiwán y Bangladesh deberán enfrentar un arancel del 20%, mientras que Sudáfrica y Argelia quedaron en el extremo superior de este grupo, con una tasa del 30%.
La India, ubicada en este grupo con un arancel del 25%, vivió una oleada de protestas contra el primer ministro Narendra Modi por no haber logrado un acuerdo más favorable. El miércoles por la noche, Trump confirmó que las exportaciones indias quedarán plenamente gravadas, en parte como represalia por la decisión de Nueva Delhi de continuar comprando petróleo a Rusia, a pesar de las sanciones occidentales.
Sin haber salido ilesos, pero lejos de los castigos más severos, varios países lograron acuerdos bilaterales con Washington que les permitieron limitar el impacto de los nuevos aranceles. Este grupo, que enfrentará un gravamen moderado del 15%, está encabezado por Japón, Corea del Sur y la Unión Europea (UE). También lo integran algunos países de América Latina —como Ecuador, Costa Rica y Bolivia— y naciones africanas como Angola y Nigeria, que obtuvieron condiciones más ventajosas tras semanas de negociaciones.
Argentina, entre los menos afectados
Entre los países menos afectados por la nueva ola de aranceles figura la Argentina, que fue gravada con una tasa relativamente baja del 10 %. Aunque aún no hay un acuerdo formal cerrado, Buenos Aires mantiene negociaciones avanzadas con Washington con el objetivo de ampliar esa ventaja. Junto a la Argentina, otros países latinoamericanos como Colombia, Perú, Uruguay y Chile también quedaron en el grupo con menor impacto, debido a vínculos diplomáticos y acercamientos tempranos.
A nivel global, se mencionan países como Rusia, Irán y Corea del Norte entre aquellos que quedaron al margen de los gravámenes más severos. No obstante, esta exclusión no implica un acercamiento amistoso: el mes pasado Trump emitió una advertencia directa a Moscú, amenazando con imponer aranceles del 100 % si no aceptaba un alto el fuego en Ucrania en un plazo de 50 días, plazo que luego redujo a 10–12 días debido a la falta de avances.