Fuente de los datos: Informes de Demanda de grandes Usuarios del MEM de CAMMESA de abril y mayo del 2025
Actualización a agosto 2025
En esta actualización se notan pocas diferencias con el informe anterior. De la prometida reactivación, siguen sin verse señales, habrá que seguir esperando
La demanda total de energía eléctrica de nuestro país tuvo en el mes de julio una disminución del 2.5 % respecto al mismo mes del año 2024 con temperaturas en este mes algo superiores a las del mismo mes del año pasado lo que tiene una fuerte incidencia en la baja de la demanda residencial
Sin embargo, la demanda de energía eléctrica de los grandes usuarios (sobre la que tiene muy poca influencia la temperatura), tuvo un leve aumento del 0,7 % (sin incluir a Aluar), respecto de julio del año pasado, aunque hay que tener en cuenta que julio del 2024 fue un mes donde la demanda de los grandes usuarios fue 4.0 % inferior a la del año 2023
En el sector industrial la demanda de energía eléctrica también tuvo un leve aumento del 1.5 % pero también hay que tener en cuenta que fue sobre un mes que fue un 7.3 % inferior a julio del 2023. Todo esto es un indicador confiable de que no se ha recuperado la actividad industrial y el empleo en nuestro país.
Hay una relación directa entre la demanda de Grandes Usuarios del MEM (GU) registrada por la Compañía Argentina del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (CAMMESA) y el Índice de Producción Industrial manufacturero (IPI manufacturero). Este último incluye el relevamiento de todas las actividades económicas que conforman el sector de la industria manufacturera, con cobertura para el total del país.
Este último indicador, al que obtenemos con un mes de atraso respecto del informe de demanda eléctrica de Grandes Usuarios que emite CAMMESA, informe que se puede tomar como un adelanto de lo que va a suceder con el IPI.
El IPI mide la evolución del sector con periodicidad mensual y se calcula a partir de las variables de producción, ventas, utilización de insumos, consumo aparente (todo en unidades físicas), cantidad de horas trabajadas del personal afectado al proceso productivo y ventas a precios corrientes deflactadas
A continuación, se puede apreciar la evolución de estos dos valores (demanda de electricidad de los grandes usuarios e IPI) desde el año 2017 y la correlación entre ellos.
Como se puede apreciar en el grafico anterior la demanda de energía eléctrica de los grandes usuarios y el IPI han tenido un leve repunte entre diciembre y junio.
También se puede apreciar el efecto de la pandemia (2020) y la recuperación postpandemia.
Debemos tener en cuenta que la disminución de la producción no necesariamente refleja una crisis estructural de las empresas sino la perdida sostenida de la capacidad de consumo de la población que arrastra a la industria
Es la gente, no tanto las empresas, la que está en crisis.
A continuación, se puede apreciar la comparación con julio del año pasado de las distintas ramas que componen los Grandes Usuarios
En este mes las industrias han tenido un leve crecimiento de su demanda de electricidad, pero debemos tener en cuenta que es sobre un mes fuertemente deprimido.
Es importante aclarar que en el caso de la demanda de electricidad de los GU y de la industria se suele excluir a la demanda de la industria Aluar porque el valor de demanda de esta Empresa que registra CAMMESA es solo lo que adquieren en el Mercado Eléctrico Mayorista y este valor no depende solo de su actividad, sino además de su generación propia, que es muy importante.
A continuación, se puede apreciar la evolución de la demanda de energía eléctrica del conjunto de los grandes usuarios (sin Aluar) desde el año 2012
Se puede apreciar que a pesar del leve incremento respecto a julio del año pasado sigue siendo inferior a todos los años previos con la excepción del año de la pandemia
A continuación, se apreciar la evolución de la demanda de energía eléctrica de la industria desde el año 2012.
Se puede apreciar la fuerte caída de la demanda de energía eléctrica desde diciembre del año 2023 y que si bien en este mes hemos tenido un leve incremento respecto de julio del año pasado estos valores siguen siendo los valores más bajos del periodo mostrado con excepción de los de la pandemia.
A continuación, se puede apreciar la demanda de energía eléctrica de distintas actividades de la industria en julio del año 2025 y su variación respecto al mismo mes del año 2024.
Se suele analizar la variación respecto del mismo mes del año anterior (o por periodos más largos similares) para que sea en similares condiciones estacionales y laborales.
La comparación respecto del mes anterior nos puede hacer sacar conclusiones que pueden ser erróneas. Porque si un mes, hay un descenso excepcional por causas estacionales o cualquier otro motivo, y al mes siguiente se recupera parte de ese descenso excepcional, no se puede pensar, ni que comenzó la recuperación (con la recuperación de una parte de la perdida excepcional); ni que en el mes anterior (con la caída excepcional) que se acentuó la caída. Ninguno, de los dos, marca tendencia.
Varios sectores continúan con la disminución de su demanda como los de, la “construcción, madera y papel”, la “industria textil” y “automotriz”, con la excepción de los productos “metálicos no automotores, “la “gran siderurgia”, y la “industria de los derivados del petróleo”, aunque esta recuperación se da sobre un mes que tuvo una gran disminución (respecto a julio del 2023).
Por ejemplo, la disminución de la demanda de la industria automotriz de un 5.1 % se da sobre un mes que tuvo una disminución del 9% respecto a julio del año anterior y la disminución de la demanda de la industria de la construcción de un 4,6 % se da sobre un mes que tuvo una disminución del 18,6 % respecto al mismo mes del año anterior.
A continuación, se puede apreciar la evolución de algunos de estos sectores desde el año 2011 en los que se puede apreciar los dos fuertes descensos de la actividad en el periodo mostrado (2011-2024) durante la pandemia, y a principios del año 2024 (segunda pandemia).
Como se puede apreciar a continuación en el caso de la industria de la construcción este julio ha sido el de peor demanda histórico siendo aún peor que el julio de la pandemia.
Como se puede apreciar a continuación en el caso particular la demanda de electricidad del sector de la industria de “los productos metálicos no automotores” si bien tuvo un leve incremento crecimiento respecto al mismo mes del año anterior, sigue siendo el menor valor a excepción del año pasado y el año de la pandemia.
Como también en el caso de la industria automotriz este mes ha sido el julio de peor demanda registrado a excepción de la del julio de la pandemia y del anterior a esta.
A continuación podemos a preciar la evolución de la demanda de la gran siderurgia
Análisis acumulado 2025
Si queremos analizar la situación de los primeros siete meses del año 2025 respecto a los primeros siete meses del año anterior (2024), veremos que también la demanda de electricidad ha tenido un leve incremento respecto a los mismos meses del año pasado debemos tener en cuenta que este leve incremento (0.6 %) se da sobre un periodo fuertemente deprimido respecto a los primeros siete meses del año 2023 (-6 %).
También podemos apreciar el detalle por actividades que componen cada rama con las mismas consideraciones que mostramos respecto a la comparación con el periodo de el año 2023
Análisis regional
A continuación, se puede apreciar cómo ha variado la gran demanda por región, cuáles han sido las regiones más afectadas, y como consecuencia de esto, suponer cual fue el impacto que ha tenido en la actividad industrial y el nivel de empleo, en las distintas regiones de nuestro país teniendo en cuenta la correlación entre ambos datos.
En este caso también debemos recordar que este incremento del 2% se da sobre un mes que fue 3,15 inferior a julio del año 2023.
Respecto a la incidencia de Aluar en la Patagonia y en el conjunto del MEM, debemos tener en cuenta que esta empresa es un Gran Usuario(GU) muy importante (es el GU que tiene la demanda más importante del país), que además cuenta con generación propia y una fuerte incidencia en la demanda total de los GU (especialmente en la Patagonia), es muy variable e importante (y no depende siempre de sus niveles de actividad), porque lo registrado en las tablas que emite CAMMESA son solo los saldos que compra en el MEM y no incluye su generación interna.
Por estos motivos se la suele excluir de las estadísticas.
Adelanto agosto 2025
También podemos apreciar un adelanto de cómo está siendo la demanda de energía eléctrica en agosto del 2025 (primeros 13 días del mes) y las comparaciones con agosto del año pasado y con respecto a julio de este año. Con la aclaración de que las unidades son en MW medios lo que nos permite comparar periodos con distinta cantidad de días,
A continuación, podemos tener una mejor descripción de cómo esta sectorizada esta demanda
Debemos tener además en cuenta que los valores de agosto de este año se comparan con valores similares del año pasado que ya se encontraban deprimidos respecto del año anterior como se puede apreciar en los gráficos anteriores.
Conclusiones
La principal conclusión es que, hasta ahora, la anunciada recuperación, continúa siendo solo una ilusión, que no se ratifica en los datos disponibles.
Se observa que, en el mes de julio del año 2025, la demanda de electricidad de GU (sin incluir a Aluar), presento un incremento del 0,7 % respecto a el mismo mes del año 2024 (aunque este fue 4 % inferior a julio del 2023). En la industria tuvo también un leve incremento del 1,5 %, en este mes, pero sobre valores que habían tenido un 7,3 % de diminución sobre los valores del año 2023.
Además, en la comparación de los primeros trece días del mes de agosto de este año con el mes de agosto del año 2024 esto no ha cambiado y la disminución en la demanda de electricidad de los GU se mantiene
Si bien se ve una caída en la mayoría de las actividades, se destacan principalmente la caída de la demanda eléctrica en aquellas actividades relacionadas con la rama industrial especialmente en la producción de bienes.
Si miramos en detalle las actividades en la rama industria en julio, se destaca las relacionadas a la, “industria automotriz” (-5,1 %), y “de la construcción” (-4,6 %).
Esta disminución de la demanda eléctrica en los distintos sectores de nuestra actividad industrial implica una mayor caída en el nivel de actividad de estos sectores y aunque con algún retraso, también en el nivel de empleo y en la calidad de vida de los ciudadanos de nuestro país.
Especialmente en aquellos sectores más vulnerables, dado que este deterioro profundiza su vulnerabilidad, por lo que requieren de políticas sectoriales que apuntalen su desarrollo.
Debemos tener en cuenta que la disminución de la producción no necesariamente refleja una crisis estructural de las empresas, sino que indica la perdida sostenida de la capacidad de consumo de la población que a su vez arrastra a la industria.
Es la gente, no tanto las empresas, la que está en crisis.
La crisis actual en realidad afecta más a la población que a las empresas.
Una reiteración: Las comparaciones se deben hacer por periodos largos o respecto a un mes de similares características, porque si no, podemos cometer errores de apreciación. Es como si alguien se cae a un pozo de varios metros consigue frenar la caída por la mitad, o cerca del fondo y después de un rato consigue ascender unos centímetros y festeja lo conseguido. Es cierto que está un poco mejor respecto de donde estaba, pero eso no significa que no va a llegar al fondo, ni que está cerca de la salida, ni siquiera de que va a conseguir salir.
Una última observación que no nos engañen los valores de los próximos meses en la comparación de la demanda de grandes usuarios pues esta comparación será sobre meses del año pasado donde los valores ya estaban fuertemente deprimidos respecto del año anterior.
Ing. Francisco Carlos Rey
Investigador consulto CNEA
Mayo 2025