Argentina ha completado la primera serie de exportaciones de trigo hacia la República Popular China. Este envío histórico, un total de 107.000 toneladas del cereal, partirá en diciembre de 2025. La operación marca la culminación de ocho años de negociaciones y abre un nuevo mercado para el trigo argentino.
Los primeros embarques se distribuirán en tres despachos. El gigante chino de agronegocios COFCO operará un envío de 65.000 toneladas desde el puerto de Timbúes, en el Gran Rosario. Desde Bahía Blanca, Cargill despachará 20.000 toneladas a bordo del buque Obsession, y 22.000 toneladas en el Anastasia K. Otra fuente menciona a Bunge como operadora del embarque de 20.000 toneladas. El Obsession zarpará el 12 de diciembre, y el Anastasia K lo hará el 23 de diciembre de 2025.
Este comercio se concretó tras un proceso que incluyó la aprobación de las autoridades sanitarias chinas en octubre de 2023, y la habilitación formal para exportar en enero de 2024. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) lideró las negociaciones. Las compañías argentinas ahora figuran en el Sistema Online de Registro Cuarentenario de Establecimientos de la Administración General de Aduanas de China (GACC).
China impone requisitos fitosanitarios estrictos para el trigo, incluyendo límites precisos para agroquímicos de poscosecha. Además, no acepta la presencia de transgénicos en el cereal. El país asiático, el tercer importador mundial de trigo en 2022 con 10 millones de toneladas valoradas en US$3.800 millones, busca asegurar su abastecimiento. Sus principales proveedores fueron Australia (5,7 millones de toneladas) y Canadá (1,8 millones de toneladas) en 2022. Para el ciclo 2025/2026, China proyecta importar al menos 6,0 millones de toneladas de cereal, priorizando la importación de grano para su procesamiento interno.
Argentina proyecta exportar 17,5 millones de toneladas de trigo en 2025, con una cosecha estimada de 17,6 millones de toneladas para la campaña 2024/2025. Esta sería la cuarta mejor cosecha de los últimos 15 años. En contraste, las exportaciones de trigo en 2023 alcanzaron aproximadamente 3 millones de toneladas, generando US$1.050 millones, un valor afectado por la sequía. En 2022, las exportaciones fueron de 14 millones de toneladas, valoradas en US$4.315 millones.
El contexto global muestra una sobreoferta de trigo, impulsada por buenas producciones en la Unión Europea y Rusia. Esto provocó una caída del precio internacional a US$160 por tonelada en noviembre de 2025, el nivel más bajo desde 2019. El valor FOB (Free On Board) del trigo argentino se mantiene en US$180 por tonelada. Esta diferencia implica una pérdida potencial de US$20 por tonelada para los exportadores argentinos. Si se aplica a 8 millones de toneladas, la pérdida ascendería a US$160 millones. La cosecha global de trigo para la campaña 2025/2026 se proyecta en 825 millones de toneladas. La competitividad del trigo argentino en el mercado mundial se atribuye a problemas climáticos en la competencia y una calidad razonable en Argentina, lo que abre posibilidades en mercados como el norte de África y el sudeste asiático.
Redacción de AgendAR


