El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, informó que el Fondo Monetario Internacional (FMI) aceptó incrementar en US$ 7.100 millones el acuerdo inicial firmado en junio.
Además, que acepta adelantar los desembolsos previstos en ese acuerdo: para lo que resta de 2018, se elevan de 6.000 a 13.400 millones de dólares, y para el 2019 pasan de 11.400 a 22.800 millones. Se añaden entonces U$ 18.800 millones a lo que puede usar el actual gobierno.
Aparentemente, si se considera que el Central habría usado ya U$ 15.000 millones para aminorar la corrida contra el peso, quedan disponibles para el futuro gobierno que comenzaría en diciembre del año próximo, sólo U$ 5.800 millones.
También anunció que las «metas de inflación» que había establecido el Central al principio de la gestión Macri serán reemplazadas por «una regla simple y verificable sobre los agregados monetarios para reducir la inflación».
En la misma conferencia de prensa, realizada en el consulado argentino en Nueva York, a directora gerente del Fondo, Christine Lagarde, dijo que «la Gerencia del Fondo aprobó el programa», y que «respalda al plan económico para restablecer la confianza en los ambiciosos planes de reforma económica del Gobierno y para proteger a los más vulnerables».
En coincidencia, también hoy, septiembre 26, la Reserva Federal subió las tasas y anunció el fin de la política monetaria expansiva, frente al crecimiento que se registra en la economía de los EE.UU. Esto encarecerá el endeudamiento en los mercados internacionales, y será un factor que contribuya a deprimir el precios de las commodities.