Hoy en Diputados, el bloque oficialista tratará de impulsar un pack de retoques a la Ley de Alquileres que amplían el plazo, regulan la indexación de los montos y, entre otros retoques, facilitan las garantías.
Con inflación en alza y paritarias en baja, el Gobierno validó la propuesta del diputado del PRO Daniel Lipovetsky para, sobre un texto aprobado en el Senado, impulsar una reforma global.
Más de 6,6 millones de argentinos viven en viviendas alquiladas y esta ley supone un guiño para la clase media.
Los cambios propuestos son:
# Plazo. De los 2 años actuales, se lleva el lapso mínimo del contrato de alquiler a los 3 años, lo que daría más previsibilidad a los inquilinos.
# Actualización. Si bien la ley actual prohíbe la indexación, con inflación de más de dos dígitos éstas existen de facto. El proyecto establece un sistema de actualización cada 6 meses a partir de un mix entre inflación y variación salarial (lo estipulará probablemente el INDEC). El proyecto del Senado establecía actualización cada 12 meses.
# Garantía. La reforma simplifica el trámite y contempla garantías no solo con títulos de propiedad. Podrán ser certificados de ingreso, recibos de sueldo o bancarias.
# Extras. Las comisiones inmobiliarias por el alquiler y las expensas extraordinarias -es decir, aquellas que no tengan que ver con el funcionamiento del edificio- estarán a cargo exclusivamente del propietario.
# Rescisión. El inquilino podrá rescindir el contrato 60 días antes del vencimiento sin tener que pagar multa. Seguirán las penalidades si rescinde antes de ese plazo.
# Ganancias. Los contratos se registrarán para que el inquilino pueda descargarlo en Ganancias y, además, evitar la «evasión» impositiva.
- Como era de suponer, las inmobiliarias ya anunciaron que esta reforma provocará que haya menos oferta de departamentos.