En la Conferencia Binacional de la Gestión Integral del Agua entre Argentina y Holanda se presentó el proyecto de una hidrovía continental, un gigantesco canal que correría desde Arroyito (Córdoba) hasta Catriló, La Pampa. Ahí se conectaría por ferrocarril con el puerto de Bahía Blanca.
El proyecto ha sido diseñado básicamente por técnicos argentinos y requeriría en una primera etapa una inversión de alrededor de U$S 3000 millones.
Para el punto clave de la financiación, desde el gobierno se menciona el interés de los holandeses, un fideicomiso y también la venta de tierras. Pablo Bereciartua, secretario de Infraestructura y Política Hídrica del Ministerio del Interior dijo que el proyecto podría atraer inversiones de diferentes sectores.
En AgendAR somos muy escépticos para el futuro inmediato, en este marco de recesión y endeudamiento. Pero nos parece un proyecto interesante, que nos hace pensar en las grandes obras de infraestructura que le hacen falta a la Argentina, y que será necesario encarar en el futuro.
Como señaló ese mismo funcionario, la obra cumpliría con dos objetivos cruciales: adaptar mejor la zona centro a los extremos climáticos y desarrollar una nueva estrategia logística,
La hidrovía proyectada se extiende a lo largo de 635 kilómetros e incluye dos obras de toma, una sobre el río Segundo (Arroyito, Córdoba) y otra sobre el río Tercero (Bell Ville, Córdoba), dos puentes canal, sobre el río Tercero y el río Cuarto (La Carlota, Córdoba), y tres puentes internos, en Arroyito Realicó y Catriló (La Pampa). También se deberán realizar obras por las interferencias viales y ferroviarias.
Las embarcaciones para el transporte por la hidrovía serían un convoy de dos barcazas con un «empujador». Cada barcaza tiene 52 metros de largo por 8 de ancho. Una barcaza equivale a la carga de 42 camiones.
El ancho del canal sería de 25 metros. Habría dos reservorios de llanura para acumular los excesos de agua y, eventualmente, generar riego. Se trata de dos «lagunas» similares a Hinojo Las Tunas (en Trenque Lauquen, Buenos Aires), que funciona como reservorio para el río Quinto. Una diferencia clave de esta iniciativa con las que se impulsaron antes es la inexistencia de esclusas.
Esta “autopista navegable” descongestionará las operaciones actuales y previstas en la Hidrovía Paraguay-Paraná, apuntando además a utilizar la capacidad de los puertos nacionales ubicados sobre la costa Atlántica como son Bahía Blanca, Quequén y Mar del Plata. Estimaron una capacidad de carga de 18,5 millones de toneladas/año sin que se produzca congestión.
En la actualidad -sin ferrocarril y sin ruta adyacente- se podrían sacar entre cuatro y nueve millones de toneladas de granos por Bahía Blanca (la estimación es en base a la producción 2017), pero no se toma en cuenta que se podrían cargar barcos «completos» en ese puerto, reduciendo los costos de manera significativa.
El mismo funcionario advirtió que hay posibilidades de que el ferrocarril circule «arriba del talud» del canal. «Se trataría de un nuevo eje norte-sur con capacidades del primer mundo que se sumaría a los ramales este-oeste que ya existen. Los camiones se usarían para cubrir distancias de entre 300 y 400 kilómetros, y el tren para las más largas».