El precio final del mega en una conexión de Internet en localidades chicas llega a ser 63% más caro que en una gran ciudad, tanto por el impacto de la competencia como por la necesidad de usar accesos inalámbricos, según datos de una consultora privada.
Estos valores, aclaró el consultor Enrique Carrier, «son el promedio de los productos ofrecidos, pero no es el promedio de lo pagado por los usuarios. Este tendrá que ver con cuántos usuarios consumen cada uno de los productos de acceso a distintos precios».
Según Carrier, es el «promedio de los precios publicados por los proveedores de acceso a Internet». «En las ciudades más grandes tenés más oferta de accesos de mayor velocidad», y en las pequeñas la infraestructura inalámbrica e incluso la de fibra óptica no llega a ofrecer los niveles de capacidad que se observa en la oferta urbana.
Este diferencial fue uno de los temas más debatidos en la Comisión de Comunicaciones, al tratar la media sanción del Senado del proyecto de fomento de la infraestructura para las telecomunicaciones.