El procedimiento de firmar el cupón de compra nació a principios del siglo XX como un nuevo método para comprobar transacciones.
Ahora, gracias al avance de las tarjetas con microchip, que le dan mayor seguridad digital a cada operación, la firma del usuario está dejando de ser necesaria. Y cada vez más empresas dejan de pedirlas cuando sus clientes pagan con tarjeta.