Las declaraciones del rosarino Guillermo Moretti, vicepresidente 3° de la Unión Industrial Argentina y presidente de la Federación Industrial de Santa Fe tuvieron eco aún en los medios más favorables al gobierno. Y no es para menos.
«Tasas del 65% como las actuales son de quiebre para cualquier empresa y cualquier persona. Y las pymes están pagando tasas superiores al 90%. No hay margen para aguantar esta tasa ni acá ni en ningún país del mundo».
«En Santa Fe tenemos más de 300 empresas con procesos preventivos de crisis, la mayoría de las empresas industriales con caídas entre 40 y 50% de las ventas, todos estamos dando vacaciones anticipadas».
«Para mí este bono es un chiste», sostuvo sobre el bono de $ 5.000 que se acordó con el Gobierno. «Nosotros firmamos 810 convenios paritarios en el sector industrial. Si tomo el que menos tendría que reajustar desde enero a octubre para equilibrar el salario en función de la inflación serían 20.500 pesos, así que el mínimo bono que tendríamos que dar sería 20.500 pesos». Moretti no lo dijo, pero se escucha a muchas pymes afirmando que no van a poder pagar el de 5 mil…
Según Moretti, el modelo económico que está desarrollando la administración de Macri «no solo no contempla al sector industrial sino también a muchos sectores de la sociedad que quedan afuera».
El empresario consideró que «hay un fanatismo ideológico» en un grupo de personas para justificar las políticas impuestas por el FMI, no solo en la Argentina sino también en el mundo. Moretti señaló que los países que fueron a déficit cero por orden del Fondo tras la crisis del 2008 terminaron como Italia, España y Grecia, endeudados y con la economía quebrada; mientras que otros como Estados Unidos e Inglaterra «resurgieron» impulsando su mercado interno.
También reveló que la llegada de Dante Sica al ministerio de Producción había generado «expectativas en algunos empresarios» pero no en otros, dado que se sabía «que el modelo económico no lo iba a manejar él».
«Tengo mucho respecto por Dante, pero en la primera reunión ocho días después de su asunción dijo que la tasa -que estaba en 38%- iba a ir a la baja en 45 días. Dos semanas después, la tasa saltó al 73% y hoy está aún por encima del 60%».
«Tendremos que ver cómo aguantamos, cómo esperamos, cuánto aguanta la sociedad. La salida es cambiar este modelo. Esto es la realidad. Ahora, si la sociedad quiere suicidarse seguirá con este modelo».
Las inquietudes de Moretti no son nuevas. Hace un mes AgendAR informó de su participación en un encuentro, coordinado por la Pastoral Social, con otros empresarios, dirigentes sindicales y de movimientos sociales preocupados por la situación. Lo llamativo es que un dirigente empresario hable públicamente en contra de las políticas del gobierno. Cuando cualquiera que maneje cualquier empresa sabe que necesita todos los meses, sino todas las semanas, de la buena voluntad de un funcionario para un trámite dado. Es un síntoma.