La empresa estatal Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA) informó que el martes finalizó la carga de los elementos combustibles en el reactor de la Central Nuclear Embalse. «A las 14.21, finalizó la carga de los 4.560 elementos combustibles en el núcleo del reactor», se indicó en un comunicado oficial. Esa tarea era la última del largo y complejo proceso que involucró la extensión de vida útil de la usina cordobesa.
En los últimos días de diciembre se pondrá en marcha la planta, que salió de servicio por estas obras de recambio de equipos e instalaciones en diciembre de 2015. La Central generó energía durante 31 años. A principios de 1984 empezó a aportar al sistema interconectado nacional. Su performance, entre 1984 y 2015, la mostró como la planta de generación eléctrica más confiable del país, con un «factor de disponibilidad» del 90%, inigualable para el resto del parque térmico, hidro y renovable del SADI (Sistema Argentino de Interconexión), e incluso para las otras dos centrales nucleares (las Atuchas I y II).
En su «segunda vida», que está por empezar y durará 30 años más, las mejoras hechas por NA-SA respecto del diseño original canadiense podrían llevar la disponibilidad a un 93% anual, así como lograron un aumento de potencia del 6%. Son cifras extrapoladas de otras centrales CANDU-6 como Embalse en Canadá y Corea que atravesaron el mismo proceso de extensión de vida útil. Y al igual que las demás 47 CANDU en el mundo, Embalse no tuvo ningún problema de seguridad. (Los dos incidentes mayores fueron pérdidas de agua pesada en 2 CANDU canadienses, contenida y remediadas sin afectación radiológica del personal o del medio ambiente).
Según señaló NA-SA, «Este hito constituye un paso fundamental para el retorno al servicio de la instalación. El Proyecto de Extensión de Vida de la Central Nuclear Embalse alcanza el retubado del reactor, el cambio de los generadores de vapor, el aumento de potencia y la actualización de la instalación, con el objetivo de reacondicionar la planta para operar por 30 años más».
En la última semana de diciembre se procederá a lo que llaman la «primera criticidad», es decir, la puesta en marcha inicial de la usina. Primero habrá un proceso de 24 horas de «vigilia» del procedimiento y luego, paulatinamente, se sumarán los sectores que harán que algunas semanas después ya esté aportando energía nuevamente al sistema nacional, luego de tres años de parada.
Embalse iluminará a 4 millones de habitantes de la Región Centro, donde fue siempre el pilar de un sistema eléctrico diversificado, formado por centrales hidroeléctricas y plantas de gas de ciclos combinados con potencias factores de disponibilidad considerablemente menores. Su ausencia durante el «retubado» se hizo sentir, especialmente en los veranos tórridos y de alta demanda eléctrica de «La Docta».