Atraer mano de obra cualificada de otros países fuera de la UE para paliar la acuciante falta de trabajadores que padecen algunos sectores y regiones de Alemania. Ese es el objetivo al que responden los proyectos de ley aprobados por el Gobierno de coalición de Berlín, en un momento en el que la extrema derecha ha convertido la migración en un asunto políticamente ultrasensible.
El paquete legislativo, inédito en Alemania y que aún debe pasar por el Parlamento, facilita a los trabajadores de fuera de la Unión Europea con formación media y alta acudir a Alemania a buscar trabajo en determinadas condiciones. La iniciativa abre además la puerta a que se puedan quedar los demandantes de asilo rechazados pero que ya estén integrados en el mercado laboral. “Necesitamos mano de obra de terceros países para asegurar nuestra prosperidad y ocupar los puestos vacantes” dijo el ministro del Interior, Horst Seehofer, conocido por su política de línea dura con la inmigración.
- La falta de mano de obra es una de las mayores preocupaciones de los empresarios alemanes, según revelan las encuestas, sobre todo en algunas regiones del sur del país y en polos industriales en el norte.
- Alemania registra una tasa de desempleo del 4,8%, la cifra más baja desde la reunificación del país.