La recesión sigue mostrando sus efectos. Además del dato que indicó el desplome de la fuga de capitales, el Indec señaló otros dos que dieron cuenta de las consecuencias del programa monetario que secó la plaza de billetes: la facturación de los supermercados cayó 10% en términos reales, mientras que la de los shoppings tuvo una contracción extraordinaria de 18,6%.
La caída del consumo privado había quedado en evidencia con la publicación de los datos de cuentas nacionales del Indec, esta misma semana: durante el tercer trimestre el desplome fue del 4%. El dato muestra la variación negativa del principal generador de actividad productiva en la demanda agregada pero a la vez también el deterioro de la calidad de vida de los asalariados.
Las cifras corresponden a octubre, el último mes informado por el INDEC. Faltan todavía los datos de noviembre y diciembre, pero el relevamiento de las ventas en Navidad hecho por CAME, indica una caída del 9%. Y según la cámara del juguete, la caída en ese rubro fue del 20%.