El mínimo no imponible para las contribuciones patronales se actualizó en un 46%, al subir de $12.000 a $17.509. El empleador deberá realizar los aportes correspondientes sólo cuando el salario alcance ese monto.
La modificación regirá a partir del 1° de enero de 2019, según había establecido la reforma fiscal sancionada en diciembre 2017. Se rebaja la carga tributaria de los patrones con la intención de hacerles más fácil blanquear sus trabajadores.