El Gobierno reglamentó los cambios en el impuesto a las Ganancias, entre los que se encuentra un tributo sobre la renta financiera, que alcanza a plazos fijos, ADRs (acciones argentinas depositadas en bancos estadounidenses) y CEDEARs (similar, del Deutsche Bank), bonos y alquileres.
La medida se tomó a través de un extenso y complejo decreto, de 68 páginas, publicado este jueves en el Boletín Oficial, con las firmas de Macri, Marcos Peña y Nicolás Dujovne. Un comentario sarcástico en la city decía que sólo faltaba la firma de Christine Lagarde.
El texto oficial reglamenta la renta de inversiones financieras imponiendo una alícuota entre 5% y 15%, según el tipo de instrumento y característica del inversor, que logre un retorno superior a los 67.000 pesos.
Excepciones: Sólo se considerarán como excepciones al gravamen a la renta financiera las inversiones en fondos en cajas de ahorro o en acciones de empresas argentinas cotizadas en la plaza local, y las ganancias que se generen por una valorización de cuotas partes de fondos comunes de inversión con por lo menos un 70% dedicado a inversiones argentinas.