Un elemento que sería decisivo para la economía global -si fuera cierto- es el que ha marcado la tónica de los mercados financieros en todo el mundo y en especial en los EE.UU. Con sólo la anticipación ya lo ha hecho, aunque hoy es feriado en Wall Street.
Es el trascendido sobre un posible acuerdo entre Beijing y Washington que pondría fin a corto plazo a la guerra comercial entre ambas potencias. La versión, que ya impactó el viernes disparando alzas en todos los índices de la Bolsa de Nueva York, es que el gobierno de Xi Jinping habría acercado al de Trump una propuesta para corregir el desbalance de comercio exterior que favorece a China en u$s 375.000 millones.
La propuesta se interpreta como una respuesta positiva al pedido formulado por EE.UU. de acelerar la corrección del desequlibrio y, según la versión, habría sido presentada en Beijing este mismo mes. Concretamente, China habría ofrecido aumentar en un billón de dólares las importaciones de productos estadounidenses durante los próximos 6 años.
Aunque no hubo confirmación de parte del Departamento del Tesoro ni de la oficina del Representante Comercial, los mercados tomaron posiciones como si la versión fuera cierta y las subas de Wall Street se replicaron en varios mercados emergentes.
Por caso, los ADR -acciones argentinas que cotizan en Nueva York- tuvieron alzas de hasta 4,6% en el caso de los bancos y de 3% para los papeles ligados con la energía. En Buenos Aires el SP Merval cerró con una mejora de 2,4%, se afianzó la suba de los títulos públicos con alzas de hasta 5,4% en los papeles que actualizan por CER y también en los bonos en dólares.
El rendimiento de uno de los bonos claves del mercado de renta fija, el emblemático Bonar 24 cayó por debajo de 10% anual. Y el riesgo-país argentino continuó cediendo terreno para cerrar en 668 puntos básicos.
El fundamento detrás de las reacciones alcistas en acciones y en papeles de renta fija es la expectativa que -de confirmarse el fin de las tensiones entre Washington y Beijing- habría un aumento del comercio mundial, que a su vez ayudaría a disipar, al menos en parte, la perspectiva de una profundización de la recesión global. Una recesión que ya estaría impactando hasta en China y que llevó a que la Reserva Federal postergara el endurecimiento de su política monetaria para el año en curso (menos suba de tasas).
Varios operadores estarán pendientes de una confirmación del eventual acuerdo, ya que de no materializarse podría desatar el efecto opuesto en los mercados. La ansiedad quizás haga que parezcan una eternidad los pocos días que restan para que el vicepremier Lui He llegue a Washington para encabezar la segunda ronda de negociaciones con los funcionarios de Donald Trump.
Los argentinos debemos tener presente que todo esto es real en el plano de la valorización financiera. Un factor con gran peso en esta etapa de la economía global. Pero… la caída del consumo -sobre la que actualizamos la información en otra nota de hoy- y la asfixia que provocan a las empresas las altas tasas de interés, son los límites concretos que encuentra nuestra economía para producir bienes y dar empleo.