Ayer comentamos a nuestros lectores, el tema del carry trade, que ha vuelto a estar de moda. Invertir en activos en pesos para obtener rentabilidad en dólares.
Con el precio del dólar contenido (hasta bajando un poco, en algunos días) y con la tasa de interés en pesos en niveles altos -en torno al 57%-, esta especulación tienta a mucha gente. Gerentes financieros de empresas y CEOs de fondos de inversión, por ejemplo.
Se calcula que quienes aceptaron tomar el riesgo (de una devaluación imprevista) en los últimos meses obtuvieron rendimientos de dos dígitos en dólares.
“Desde fines de septiembre, el tipo de cambio retrocedió 8% y potenció la rentabilidad en dólares de los bonos en pesos. La LECAP, que acumuló un rendimiento de 17,6% en pesos, generó una ganancia de carry trade de 28,1% en el mismo lapso. De la misma forma, los plazos fijos minoristas registraron un rendimiento de 24,7% en dólares y los mayoristas (BADLAR), de 26,7%. Pero el retorno total con bonos ‘Badlares’ y ajustados por inflación fue aún mayor”.
Gracias a que el tipo de cambio dejo de subir y comenzó un proceso de lateralización, desde la asunción de Guido Sandleris en el Banco Central la divisa muestra una baja del 8,2% permitiendo que distintos bonos en pesos arrojen ganancias en dólares significativas. Para poner otros ejemplos, los bonos de la Provincia de Buenos Aires 2025 (PBA25) rindieron un impresionante 37,3% en moneda dura mientras que el bono que ajusta por Cer, el Discount en pesos (DICP), y el Gatillo 2019 (AF19) permitieron una ganancia de 32,5% en dólares.
Justo ayer, el dólar subió. Como decían nuestras abuelas, no se gana (ni en dólares) para sustos.