Aunque mantienen una puja pareja a nivel global, en Argentina Visa y Mastercard juegan un partido aparte. Y la iniciativa parece tenerla Mastercard. De hecho, ya a fines de 2018 ganó la baza cuando lanzó en sus paquetes premium las tarjetas contactless, una tecnología superadora del chip y la banda magnética que se basa en los siguientes pilares:
- El cliente apoya la tarjeta sobre el lector para abonar, sin necesidad de entregarla a un tercero.
- El plástico tiene un chip con datos encriptados que permiten que no se «clone» la tarjeta.
- La operación no requiere la presentación del DNI. Tampoco la emisión del cupón ni la firma del cliente en operaciones de hasta $1.000.
- Las tarjetas se pueden «virtualizar» en una billetera electrónica, permitiendo abonar al colocar el celular sobre la terminal.
«Mastercard bajó el año pasado un mandato a toda la región para migrar los plásticos a contactless. Visa se ‘durmió’, lo hizo recién ahora», señaló una fuente de uno de los bancos privados más importantes del país.
LAS FINTECH: LA OTRA BATALLA:
Lo cierto es que el plan digital de Mastercard está en marcha desde hace rato y el recambio de plásticos es solo una parte. La otra muestra de su gran apuesta al mercado argentino consistió en interpretar el fuerte avance de las fintech durante 2018. Tal es así que es la tarjeta «preferida» por estas startups, como Mercado Pago (en alianza con Banco Patagonia), Ualá y Wilobank. Este último, hasta incoporó el contactless.
En cambio, Visa fue más tímida en este sector y recién en 2018 se decidió a formar parte de este boom junto a Brubank, el banco 100% digital fundado por el ex Citibank Juan Bruchou. Hoy, Mastercard es la única tarjeta contactless del mercado y viene jugando fuerte desde hace tiempo, más allá de la inminente implementación de esta tecnología por parte de su competidora.
Parte de la campaña se debe a la «Semana Contactless», una promoción que se repite todos los meses y que ofrece hasta 50% de ahorro para quienes abonen bajo esta modalidad en estaciones de servicio, cadenas de farmacias y locales de comidas. Y es acumulable con otros decuentos.
«Para introducir una nueva tecnología e inducir un nuevo comportamiento, lanzamos promociones muy agresivas que llamen la atención. Suele registrarse un salto enorme en las ventas, ya que el nivel de transacciones queda más alto al final de la promoción que al inicio. Hay un residual que se sostiene en el tiempo», explica Martín Lang, Country Manager para la Argentina de Mastercard.
El directivo señaló que el próximo paso erá extender el servicio a tarjetas de débito y con saldo prepago.
En esta cruzada para extender el servicio, la compañía también aprovecha el abanico de herramientas que promueve la transformación digital. «Usamos Big Data: cruzamos la información sobre en qué negocios les interesaba a nuestros clientes contar con estos beneficios y así apalancamos que se ‘encuentren’ las tarjetas con las terminales», explica Nicolás Ingaramo, Gerente de Cuentas de la empresa.Mastercard acumula cerca de 500.000 cuentas «sin contacto» en la Argentina, un número que Lang considera todavía «bajo» para las decenas de millones que componen su parque de plásticos. A partir de ello, se entusiasma por el potencial de la evolución de esta modalidad.
«La migración a contactless muestra una tasa de crecimiento mucho más alta que la que registró el cambio de banda magnética a chip», destaca el directivo.
Mastercard tiene más de un año de ventaja con respecto a Visa y American Express y no duda en aprovecharla. Mientras estas últimas recién están introduciendo sus tarjetas contactless, la compañía de los dos círculos ya piensa en lo que viene. Dentro de su plan estratégico, apuntan a ser el «hub» de pagos electrónicos de sus clientes, más allá del QR, ya que, aseguran «la tecnología sin contacto será claramente una propuesta superadora».
La estrategia digital de la empresa, además, no deja ningún rincón por explorar. De hecho, persigue otro objetivo para que todo argentino opere bajo el sistema contactless. «Un factor importante en la industria es incorporar al transporte para la aceptación de la tarjeta en lugar de la SUBE. Queremos integrar todas las soluciones de medios de pago en un sólo lugar».