PARÍS.- «Hoy hace 140 años nacía Albert Einstein. Él me inspiró con su enfoque creativo de los misterios de la física y su preocupación por la ética de la ciencia que culminó en las Conferencias Pugwash, de las que hoy soy parte. Marie Curie fue mi modelo y me enseñó a seguir mis sueños en un mundo dominado por hombres. Agradezco a mi país, la Argentina, por la educación pública que recibí, a la Comisión Nacional de Energía Atómica, el Instituto Balseiro, el Conicet y la Universidad Nacional de Cuyo. Estoy en deuda con mis profesores y colegas entre los cuales, debo decir, solo hay un 10% de mujeres. (.) Sí, el mundo necesita ciencia, y particularmente nuestros países. Nuestro futuro depende de que haya más mujeres en la ciencia».
Con esas palabras la física argentina Karen Hallberg fue la primera en recibir el premio L’Oréal-Unesco «Por las mujeres en la ciencia», un galardón internacional que desde hace 21 años ayuda a visibilizar la tarea de investigadoras sobresalientes e intenta inspirar a más mujeres a abrazar la carrera científica. El gran auditorio de la Maison de l’Unesco, donde se realizó la ceremonia que convocó a personalidades de la ciencia, la cultura y la diplomacia, estaba colmada por un público conmovido por las historias de estas cinco personalidades extraordinarias. Una mujer por cada continente, Asia, Europa, África, América del Norte y América del Sur, representado éste por nuestra compatriota.
Además de las laureadas, en la velada también fueron homenajeadas 15 jóvenes investigadoras, «rising talents», «jóvenes promesas», y entre ellas, la argentina María Molina, de la Universidad de Rio Cuarto, por su desarrollo de nanogeles que liberan antibióticos ante una fuente de calor.