AgendAR no publica usualmente noticias policiales. Y los asesinatos a sangre fría no son, desgraciadamente, algo desconocido en nuestro país. Como en ningún otro. Pero las víctimas de este ataque y el lugar donde ocurrió sugieren una amenaza más abierta a una sociedad que ya tiene demasiados motivos para angustiarse. La investigación, sin ambigüedades ni aprovechamientos mezquinos, debe ser una prioridad de todos. En especial, del Estado.
Acercamos esta crónica:
« La cámara domo lo tomó claramente. A las 6:51 de esta mañana en Plaza Congreso, sobre Avenida de Mayo, el diputado radical riojano Héctor Olivares y el funcionario y asesor catamarqueño Miguel Yadón caminaban para una mañana de ejercicio, vestidos con equipos deportivos.
Un Volkswagen Vento gris los aguardaba tras un micro blanco, sobre la curva de la plaza. Entonces, sale un brazo de la ventanilla del asiento de conductor. Se ve una chispa, luego otra, luego otra, más de diez balas en un ataque sicario a sangre fría. Yadón comienza a morir en el piso mientras Olivares enfrenta al tirador con una bala en el cuerpo.
El tirador no huye de inmediato. Se queda en la vereda, pelo negro, buzo azul, estatura mediana. Olivares se sienta en un tope de metal del cordón, con un dolor extremo, pide ayuda. Sale otro hombre del Vento, vestido de negro, delgado, que habla con el tirador, cruza Avenida de Mayo y se va. Un ciclista ve a Olivares y lo asiste. El Vento deja el lugar, con sus luces traseras encendidas, va por Avenida de Mayo, con rumbo norte.
Yadón llegaría muerto al Hospital Ramos Mejía poco después. Olivares, en grave estado, enfrentó una cirugía para salvar su vida. El ministro de Seguridad porteño, Diego Santilli, afirmó al mediodía en una conferencia de prensa que el arma del sicario era de calibre 40. La ministra nacional, Patricia Bullrich, por su parte, arriesgó que el blanco «era Yadón». «
En las últimas horas se alejó la posibilidad de motivaciones políticas o del delito organizado y se atribuye el caso a una “venganza personal” contra Miguel Yadón.