Decimos esto en el título porque, como los catástrofes «venden», el cambio climático -más precisamente, el calentamiento global- queda en la mente del público como una amenaza vaga en el futuro, como antes lo fue la guerra nuclear o la superpoblación.
Pero el aumento de las temperaturas medias es un proceso en marcha, especialmente notorio en el Ártico pero que tiene consecuencias en el clima de todo el planeta. Los modelos matemáticos son muy imprecisos, hasta ahora, pero no caben dudas que existe. Tarde o temprano, las Grandes Potencias decidirán que los organismos internacionales impongan reglas, y las hagan cumplir. Argentina no puede acelerar o demorar ese desarrollo en forma significativa. Pero debe, y le conviene, participar en las discusiones, y poner a sus científicos a analizar en serio como está siendo afectada ahora y las posibles medidas que se exijan.
En AgendAR, les acercamos este tweet que se viralizó en la mayor parte del planeta: es la foto que sacó un científico, Steffen Olsen, del Centro para el Océano y el Hielo del Instituto Meteorológico de Dinamarca este 13 de junio. Había viajado a Groenlandia para recuperar herramientas de monitoreo oceanográfico y meteorológico en el hielo marino, pero… el hielo ya no estaba. No en la superficie, al menos.
Ahí vemos a siete perros caminando sobre el agua, literalmente, mientras tiran de un trineo en el fiordo Inglefield Bredning de Groenlandia.