El 1 de mayo se cumplieron 66 años del debut oficial del auto que representó la quintaescencia de la industria automotriz nacional: el Rastrojero.
Fabricado desde 1952 hasta 1979, su nombre fue elegido con la misma simpleza que tenía su diseño, ya que se lo bautizó así porque estaba «preparado para andar en los rastrojos».
Fue un producto nacido de la misma fábrica de la que salieron el auto Justicialista y el avión Pulqui: el IAME (Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado), originalmente creada en 1927 bajo el nombre de «Fábrica Militar de Aviones», que en 1955 pasó a llamarse Dirección Nacional de Fabricaciones e Investigaciones Aeronáuticas (Dinfia) y en 1967 se le volvió a cambiar la denominación para bautizarla como Industrias Mecánicas del Estado (IME).
El Rastrojero estaba inspirado en la mecánica de Jeep Willys de la WWII, pero su origen suma una anécdota original: en los primeros años del peronismo buscando mecanizar el agro, el Instituto Argentino para la Promoción del Intercambio (IAPI) importó de Estados Unidos 2500 tractores Empire, rezago de la Segunda Guerra. Pero esos tractores estaban diseñados para el acarreo de armamento y no para tareas agrícolas, y causaron accidentes que obligaron a retirarlos de circulación ¿Qué hacer entonces con los motores de esos 2500 tractores inútiles? Se terminaron reciclando en «Rastrojeros».
Se fabricaron en Córdoba por las Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado (IAME). Esa primera generación se mantuvo en producción hasta 1969. Entre ese año y 1979, se produjo una evolución con motor Peugeot.
El Rastrojero se ofreció con cabina simple, doble y hasta con tres puertas (ver nota). Su sencillez mecánica lo convirtió en un éxito comercial. Se fabricaron más de 30 mil unidades, siendo la más exitosa la variante Diesel NP 62.