«Tras 20 años de negociaciones, se llegó a un acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur»: esta frase se repite desde voceros oficiales, en la UE y aquí, y en todos los medios. Como pasa a menudo, esta frase que se repite no refleja la realidad.
Para ser precisos: Los representantes de la Unión Europea y los del Mercosur alcanzaron ayer un acuerdo político para un acuerdo comercial. Que debe ser revisado, todavía, por los asesores jurídicos de ambas partes. Es más que un borrador, pero no es el acuerdo comercial. Éste, antes de entrar en vigencia, deberá ser refrendado por el Parlamento Europeo y los Estados miembros de la UE, y por cada uno de los parlamentos de los cuatro países que hoy integran el Mercosur. Preparémonos para largos debates, en América del Sur y en Europa. Es muy posible que sigan hasta después del 10 de diciembre, con un nuevo gobierno en nuestro país.
En realidad, este debate va a ser entre nosotros parte de la campaña electoral. Esto ya es visible en Twitter, la red social de reacción más rápida (y la más colonizada por los aparatos oficiales y el activismo opositor). La idea que se trata de insinuar desde los partidarios de Macri, sin llegar al ridículo de decirlo, es que con este «tratado» Argentina casi, casi está entrando en la Unión Europea.
Lo lamentamos, pero no. Los que quieran conseguir la doble ciudadanía tendrán que seguir el trámite ya establecido, con las partidas de nacimiento de sus abuelos.
Lo que el gobierno argentino sí dice expresamente es: «La UE liberaliza cerca del 100% de su comercio. El Mercosur lo hace en un 90%. La UE ofrece la liberalización completa e inmediata de aranceles para el 80% de las exportaciones del Mercosur de productos industriales a la UE. El Mercosur obtiene plazos amplios de hasta 15 años para liberalizar sectores sensibles en forma gradual. El acuerdo favorece el comercio intraindustrial al reducir los aranceles para insumos y bienes de capital«.
No sabremos si éste es un cuadro preciso de lo acordado, y en qué condiciones, hasta que podamos leer el documento que se firmó. Lo que está ahora descripto en algunos medios como «texto completo», no es el acuerdo sino una gacetilla promocional.
Pero… es importante leer la gacetilla que preparó la Comisión Europea, para presentar el asunto a su público. Por ejemplo, estos párrafos del comunicado de la Comisión:
«Principales características del acuerdo comercial UE-Mercosur.
El acuerdo de región a región UE-Mercosur eliminará la mayoría de los aranceles sobre las exportaciones de la UE al Mercosur, lo que hará que las empresas de la UE sean más competitivas al ahorrarles 4.000 millones de euros en impuestos al año.
En lo que respecta a los sectores industriales de la UE, esto ayudará a impulsar las exportaciones de productos de la UE que hasta ahora han estado enfrentando aranceles altos y, a veces, prohibitivos. Estos incluyen automóviles (arancel del 35%), partes de automóviles (14-18%), maquinaria (14-20%), productos químicos (hasta 18%), productos farmacéuticos (hasta 14%), ropa y calzado (35%) o tejidos de punto (26%).
El sector agroalimentario de la UE se beneficiará de la reducción de los aranceles elevados del Mercosur sobre los productos de exportación de la UE, chocolates y confitería (20%), vinos (27%), licores (20 a 35%) y refrescos (20 a 35%). El acuerdo también proporcionará acceso libre de impuestos sujeto a cuotas para los productos lácteos de la UE (actualmente arancel del 28%), especialmente para los quesos.
Los países del Mercosur también implementarán garantías legales para proteger contra la imitación 357 productos europeos de alta calidad de alimentos y bebidas reconocidos como indicaciones geográficas (IG), como Tiroler Speck (Austria), Fromage de Herve (Bélgica), Münchener Bier (Alemania), Comté (Francia), Prosciutto di Parma (Italia), Polska Wódka (Polonia), Queijo S. Jorge (Portugal), Tokaji (Hungría) o Jabugo (España). (Como apunta Andy Tow, el queso fontina, el danbo, el camembert, etc., todos de origen europeo que se producen en el país, con este acuerdo serán «imitaciones» de las que la UE tendrá derecho a «protegerse»).
El acuerdo abrirá nuevas oportunidades de negocios en Mercosur para las empresas de la UE que venden bajo contratos gubernamentales, y para brindar servicios a proveedores en los sectores de tecnología de la información, telecomunicaciones y transporte, entre otros.
En un aparte, Phil Hogan, Comisionado de Agricultura y Desarrollo Rural, agrega: «solo nos abriremos a los productos agrícolas del Mercosur con cuotas cuidadosamente administradas que garantizarán que no haya riesgo de que ningún producto inunde el mercado de la UE y, por lo tanto, amenace el sustento de los agricultores de la UE».
Para leer el texto completo de este comunicado de la Comisión Europea (en inglés) cliquear aquí. Puede ser un prejuicio eurocéntrico, pero nos pareció más informativo ese documento que las gacetillas lanzadas desde la Casa Rosada, o los tweets desde el Palácio do Planalto.
A. B. F.