El secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, afirmó en el Senado de la Nación que el apagón del 16 de junio que afectó a casi todo el país fue causado por una cadena de errores cuyo «evento desencadenante» fue una negligencia de la empresa Transener, «un claro responsable primario».
Aseguró que se aplicarán sanciones a los responsables y que los usuarios deberán ser compensados por las horas de interrupción del servicio. Definió lo ocurrido como «una concurrencia concatenada de fallas».
Según el reporte que leyó el funcionario, el incidente se desencadenó por el desbalance entre oferta y demanda de energía que provoco la salida de servicio de la línea de alta tensión que une los nodos Colonia Elía (Entre Ríos) y Belgrano (Buenos Aires) como consecuencia de un cortocircuito. En ese momento, tampoco estaba en servicio la línea entre Colonia Elia y Campana, fuera de servicio desde mediados de abril de manera programada para efectuar el reemplazo de una torre de alta tensión afectada por la crecida del río.
Según Lopetegui, al producirse el cortocircuito «tendría que haber funcionado la desconexión automática de generación (DAG)» para compensar la caída de demanda del sector afectado por el cortocircuito en la línea de alta tensión. «Esa señal no existió porque cuando Transener realizó el bypass (para cubrir la salida de servicio de la línea Colonia Elia-Campana) y cambió la arquitectura de la red tendría que haber reprogramado los parámetros de la desconexión automática de generación».
El secretario dijo que eso debió haber afectado a sólo al 40% del sistema interconectado nacional, pero que se extendió al resto del país porque hubo otras fallas posteriores. «En los siguientes segundos, las distribuidoras y grandes usuarios (del resto del país) tendrían que desconectar una demanda equivalente al desequilibrio que estaban viendo», explicó Lopetegui. «Lo hicieron, pero en el 80% de los que hacía falta».
Con eso apuntó a casi la totalidad de las empresas de distribución de energía que hay en el país, al asegurar que «69 de los 75 distribuidores del país cortaron menos de lo que debían cortar (la demanda), no cumplieron con lo que se habían comprometido a realizar con Cammesa», aseguró.
Un tercer factor que ayudó a completar que casi 50 millones de personas se quedaran sin luz en Argentina y países vecinos, fue que «los generadores (de electricidad) se desengancharon prematuramente», sumándose así al desbalance en el sistema provocado por el cortocircuito inicial. «Si hubiesen operados los mecanismos de protección el apagón hubiese afectado el 40% y no al 100% y se hubiese recuperado mucho más rápido y no las 14 horas que tardó», resumió el secretario de Energía.
Según el informe, en cuya elaboración participó la Universidad Nacional de La Plata, todo el colapso del sistema ocurrió en 40 segundos a partir de las 7:06 del domingo 16 junio.
Durante las casi dos horas que duró su presencia en lel Senado, Lopetegui se preocupó por desligar al Gobierno de cualquier responsabilidad en el incidente y hasta se adelantó en aclarar que no le corresponde a la secretaría a su cargo aplicar las sanciones a los involucrados en el incidente. En ese sentido, dio que las multas serán definidas por el Ente Nacional de Regulación de la Energía (ENRE).
Por su parte, la transportadora eléctrica Transener dijo que no se debió a un problema de falta de inversión. De todos modos pidió disculpas a la población «por los trastornos causados». Según la empresa -propiedad de Pampa Energía y el Estado nacional- hubo una combinación de «distintas circunstancias extraordinarias» en el momento del apagón: «condiciones climáticas adversas; el by pass entre la línea Campana- Colonia y la línea Colonia Elía- Manuel Belgrano a raíz del traslado de la Torre 412; el despacho de generación asimétrico, posible por las condiciones de baja demanda, con fuerte preponderancia del Norte». Estos son, según la empresa, los motivos principales que contribuyeron a que una falla fugaz genere el desequilibrio del sistema.
La firma explicó que, a raíz de ese by pass que se hizo en la red hubo un cambio de configuración y el sistema automático de protección y control, denominado DAG (Disparo Apertura de Generación) «no se adecuó correctamente y no reconoció las señales emitidas por los sistemas de protección».
En AgendAR vemos que ambos lados están diciendo lo mismo: describen técnicamente lo que pasó, pero no asumen responsabilidad. Como si el apagón hubiera sido lo que llaman en EE.UU. «un acto de Dios». Tenemos que recordar al Secretario de Energía, que si el manejo de la distribución eléctrica -lo que es cierto- sí es su tarea el control y la planificación. O debiera serlo.