El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, de visita en Brasil, instó al Gobierno de Jair Bolsonaro a evitar «píldoras venenosas» en el acuerdo de libre comercio entre el Mercosur, del que Brasil es parte, y la Unión Europea (UE) que le impidan al país suramericano firmar uno con ellos.
«Cuidado porque ustedes necesitan garantizar que no haya píldoras venenosas que nos impidan tener un gran acuerdo comercial con ustedes», dijo Ross en un acto en Sao Paulo, con motivo del centenario de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Brasil (AmCham Brasil).
Ross se encuentra esta semana en Brasil para promover el intercambio bilateral. Su visita es la primera de un secretario de Comercio estadounidense al gigante sudamericano desde 2011, y busca reforzar el compromiso de la administración Trump «con una fuerte relación comercial y económica con Brasil», según un comunicado oficial.
El Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y la Unión Europea anunciaron el 28 de junio, en Bruselas, un acuerdo de libre comercio tras dos décadas de negociaciones, que supondría la creación de un mercado de cerca de 800 millones de consumidores. Pero para su entrada en vigor aún falta un largo camino que se calcula que será de un mínimo de dos años, pues ahora hay que revisar y traducir el acuerdo, además de la necesaria aprobación del mismo en los respectivos Congresos de los países que integran ambos bloques.
«Nosotros tenemos diferencias con la Unión Europea con relación a nuestras normas» en áreas como la industria química, automotriz, alimenticia, entre otros sectores, así como en «cuestiones sanitarias» que hacen que «tengamos problemas con su visión», explicó el secretario de Comercio estadounidense.
Bolsonaro, quien afirma ser un admirador de Trump y el pasado marzo realizó una visita oficial a Washington, tendrá que coordinar ahora sus ansías de aproximarse a los EE.UU. y su compromiso con el acuerdo entre el Mercosur y la U.E., su gobierno ocupa la presidencia semestral del bloque suramericano.
Ese acercamiento con EE UU también ha generado dudas sobre cómo afectaría a su relación con China. Actualmente, la República Popular es el mayor socio comercial de Brasil. El segundo son los Estados Unidos…
El Secretario Ross se presentó como el «socio perfecto» y aseveró que «Trump está comprometido» a impulsar «una relación más fuerte y dinámica» con Brasil. «Podemos expandir nuestros lazos económicos y comerciales todavía más».
Horas antes de las declaraciones de Ross, fue el propio mandatario norteamericano, Donald Trump, quien reveló que quiere negociar un acuerdo de libre comercio con Brasil (No mencionó al Mercosur). «Tengo una gran relación con Brasil. Tengo una relación fantástica con su presidente. Es un gran caballero y está haciendo un gran trabajo», dijo Trump a periodistas en la Casa Blanca, lugar donde en marzo recibió al líder sudamericano. «Vamos a trabajar en un acuerdo de libre comercio con Brasil. Brasil es un gran socio comercial», agregó, aunque consideró que el país más grande de la América del Sur cobra «muchos aranceles», habitual queja del presidente y su política proteccionista. El mandatario también hizo mención al hecho de que Bolsonaro a veces es llamado «el Trump brasileño», ya que tienen en común una ideología conservadora y una incendiaria retórica. «Me gusta eso, es un cumplido», dijo sobre la comparación.
Cuando AgendAR informó sobre el proyecto de acuerdo suscripto en Bruselas entre el Mercosur y la Unión, invitó a considerar cuál sería la opinión de Trump sobre el asunto. No era difícil de prever. Más allá del enfrentamiento verbal entre globalizadores y proteccionistas, la puja real es sobre quien gobernará la globalización.