Como habíamos anticipado en algún detalle aquí, ayer Argentina estrenó nuevo ministro de Hacienda. Y desde los modestísimos objetivos de este gobierno en el plano de la economía argentina, puede decirse que empezó con buen pie.
El presidente Macri dijo: «El dólar se va a quedar donde está». Y ayer, después de la apertura de los mercados -media hora después de la fijada para la jura del nuevo ministro- el precio del dólar quedó en $ 57,39. Para lograrlo, el Central vendió 112 millones de dólares de sus reservas (como indicamos en otra nota de hoy, sus reservas han descendido en este mes U$S 8.509 millones.
La Bolsa bajó un 10,4%, reflejando la baja que las acciones argentinas habían tenido en la de Nueva York en el feriado local del lunes. La calificadora Fitch mencionó la posibilidad de que la deuda argentina debiera ser reestructurada…
En la economía real, la autopartista 3M analiza dejar de producir en el país. Un día como todos, en suma.
Por si resulta de interés, en un grupo de economistas se intercambiaron opiniones sobre lo que se necesitaría para salir de esta «recesión con (alta) inflación». Hubo un limitado consenso en torno a un esquema: «Un nuevo set de precios relativos -razonablemente estable- que ordenen la macro, tasa de interés muy moderadamente positiva, tipo de cambio alto, y salario real en pesos alto para recuperar el nivel del consumo«. Citando a un dirigente del siglo pasado, se dijo «Todo el arte está en la ejecución».
El consenso más firme fue en torno a los requisitos imprescindibles «Poder político y decisión».