El último informe del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano señala que la inflación acumulada entre enero de 2002 y marzo de 2018 es de 2.514%.
Añade que, como desde diciembre de 2015, incluyendo el aumento vigente a partir de abril del corriente año, la tarifa del gas residencial registra un incremento del 1.228%, todavía se encuentra un 104,7% por debajo de la inflación acumulada entre 2002 y 2018.
No obstante, el reporte también indica que la inflación acumulada en el período enero de 2002-diciembre de 2015 fue de 1.385%, con lo que el ajuste actual dejó a las tarifas de gas apenas un 11,4% por debajo de aquella inflación acumulada hasta 2015.
“El problema es que el resto de los precios no permaneció constante, sino que también aumentó en los últimos dos años, en parte por efecto de los mismos ajustes tarifarios”, explica Víctor Beker, director del CENE.
“En principio, los niveles tarifarios actuales, en términos reales, estarían aún por debajo de los vigentes en tiempos de la convertibilidad. Claro está que también sería deseable saber cuáles son los costos actuales del proceso de generación, transmisión, distribución y comercialización del gas, para compararlos con las tarifas vigentes”, continúa el economista.
Por otra parte, puntualiza que, “mientras la tarifa del gas experimentó un aumento del 1.228% desde diciembre de 2015, el salario promedio del sector registrado sólo se incrementó un 71,3% en igual período, lo cual pone de relieve el impacto de los ajustes tarifarios sobre el presupuesto familiar de un asalariado».