El Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Mendoza (ISCAMEN) iniciará la provisión de 162 millones de moscas del Mediterráneo -machos esterilizados- a Bolivia.
La entrega de los insectos comenzará en los primeros días de noviembre, durará 54 semanas (algo más de un año). Serán 3 millones de insectos por semanal que se enviarán al Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (SENASAG) de Bolivia.
El pago que recibirá la entidad mendocina será de 310 dólares por millón de moscas: la operación total sumará 50.220 dólares. Una exportación pequeña, pero ciertamente «no tradicional» y que indica un camino de desarrollo para la industria biotecnológica argentina. En el exterior y en nuestro agro.
Una agencia internacional de energía atómica realizó la licitación para la entrega de insectos a Bolivia, que iniciará su primera campaña de control y erradicación de la plaga en su territorio.
«Se presentaron las cuatro plantas más grandes que hay en el mundo. Una de Estados Unidos, una de Guatemala y otra de Brasil. Por los estándares de calidad de la producción ganó Mendoza», le dijo Alejandro Molero, presidente de ISCAMEN. «Esto será una primera etapa y luego continuará en el tiempo. Se suma a pedidos internacionales de Turquía y de Chile, interesados en nuestro material biológico. Muestra que en Argentina se puede competir contra países desarrollados».
La BioPlanta Santa Rosa produce 450 millones de insectos semanales, de los cuales 23 millones son enviados a la Patagonia para asistir al control de plaga.»Cuando tomamos la gestión sólo se producían 100 millones semanales. Habíamos perdido el status de Área libre de moscas en 2014 y lo recuperamos en 2016″, agregó Molero.
Mendoza tiene libre de plagas el Oasis Sur y el Valle de Uco, no así el Oasis Este. «Por eso hay barreras internas que dividen la zona libre de la que no es», explicó. Se hizo un pedido formal para declarar toda la provincia como libre y habrá un plan para hacerlo gradual.
¿Cómo se logra erradicar una plaga?
Se liberan machos esterilizados que interrumpen el ciclo biológico. La mosca del Mediterráneo (dípteros Tephritidae) afecta una multitud de especies cultivadas de frutas y por eso es llamada la «Mosca de los Frutos».
Las larvas se alimentan de la pulpa y dejan dentro de ella todos sus excrementos. El fruto se llena de hongos, se pudre y cae antes de tiempo.
«Esta mosca es originaria de África y se ha extendido hasta abarcar más de 90 países en el mundo. Este insecto se detecta por primera vez en el continente americano en el año 1901 cuando se comunica su presencia en Brasil. Posteriormente en Uruguay durante 1932, y en Argentina en el año 1934».