La Real Academia Española (RAE) quiere «entrenar en el idioma castellano», según su director, Santiago Muñoz Machado, a las grandes tecnológicas con cuyas máquinas y editores de texto nos comunicamos a cada instante: Telefónica, Microsoft, Amazon, Google, Twitter y Facebook.
Que las máquinas estén al servicio de las personas y empleen un » español académico», no que chapurreen una jerga que empobrezca el lenguaje. Ese es el caballo de batalla para los próximos años de un idioma que hablan 580 millones de personas y el tema estrella del XVI Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale), que se celebrará en Sevilla del 4 al 8 de noviembre.
En la capital andaluza, con representantes de las 23 academias hermanas de la lengua española, se escenificará el proyecto Lengua Española e Inteligencia Artificial (LEIA), con la firma de un acuerdo entre la RAE, la Asale y las siete tecnológicas, en un acto que presidirán los Reyes como clausura de esta cita, el 8 de noviembre. «Se trata de regular el lenguaje de las máquinas, mejorar los correctores, las traducciones… porque hay unas 8.000 palabras del Diccionario que se las han comido las máquinas», según Muñoz Machado. Esto quiere decir que, por ejemplo, cuando un editor de texto subraya una palabra en rojo por considerarla incorrecta y el usuario hace caso y no la emplea, la máquina no vuelve a sugerirla, la elimina.
Antes, a finales de 2019, se explicarán, como es habitual, las novedades anuales del Diccionario: las palabras que entran, las que desaparecen, las que cambian su significado… De ello también se hablará en Sevilla, aunque Muñoz Machado avanzó que en la próxima puesta a punto del Diccionario habrá «entre 1.000 y 2.000 novedades».