33.858.733 argentinos y argentinas estaban habilitados para votar ayer. Y se registró una alta participación, el 81%. Los resultados del escrutinio provisorio, con un 97% de las mesas computadas, le dan al candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, el 48,1% de los votos. El presidente actual, Mauricio Macri, quedó segundo con el 40,36%. De acuerdo a la legislación argentina, Alberto Fernández, con más del 45%, es ya el presidente electo, y el hecho fue reconocido por Macri.
Los otros candidatos: Roberto Lavagna, 6,16%; Nicolás del Caño, 2,16%; J. J. Gómez Centurión, 1,71%, José Espert, 1,47%.
Las conclusiones obvias: Alberto Fernández logró una victoria contundente, uniendo detrás de la fórmula del FdT a la gran mayoría del peronismo y a la mayoría de la oposición. Pero el presidente Macri obtuvo un resultado mucho mejor del que los resultados de su gestión de gobierno merecían. Ambos hechos muestran una sociedad profundamente polarizada, que los explica.
Algo tal vez no tan obvio, aunque ya ha sido insinuado por otros: Las PASO del 11 de agosto funcionaron como una 1° vuelta electoral, al dejar un ganador por una gran diferencia, la fórmula Fernández-Fernández. Entonces, las elecciones de ayer iban a ser el balotaje. Sus resultados muestran que funcionó como tal.
A. B. F.