En estos días se cumplen 19 años desde el lanzamiento del SAC-C, satélite que estuvo 13 años orbitando y fotografiando nuestro planeta. Con esas imágenes se concibió Argentina 500K; una obra que se compone de cartografía que cubre la totalidad del Territorio Nacional y que aún hoy se utiliza en diversas instituciones educativas y técnicas.
El satélite SAC-C, puesto en órbita en noviembre de 2000, es un ejemplo de un proyecto espacial de alta integración en Sudamérica. Con 460 kilogramos, lleva a bordo tres cámaras ópticas de utilidad para los sectores de la agricultura, la industria y la administración gubernamental. Asimismo, cuenta con tres sistemas de demostración de nuevas tecnologías satelitales: dos de control y navegación y otro de recolección de datos transmitidos desde estaciones automáticas terrestres de monitoreo ambiental.
El SAC-C alberga además tres sensores científicos que relevan parámetros geofísicos, como el magnetismo terrestre o la humedad de la alta atmósfera. La multiplicidad de instrumentos para investigación básica y aplicada que comparten una misma plataforma fue provista por cinco países asociados a la misión. El nivel de integración del SAC-C logra que estas misiones sean considerablemente colaborativas y multinacionales, reduciendo el costo de acceso al espacio.