En AgendAR, aunque respetamos el profesionalismo de la BBC, preferimos no apoyarnos en sus análisis. No hay un punto de vista «neutro»; los periodistas, como todos los seres humanos, vemos la realidad desde nuestra historia y desde dónde estamos.
Pero, como reconoció el mismo presidente Macri, el país hoy depende del financiamiento externo. Y esto fue una decisión deliberada de su gobierno, para rebajar los impuestos a la exportación, liberar el mercado de cambios,… Confió en las bajas tasas, la liquidez internacional, la buena predisposición de los inversores externos.
Entonces, es relevante saber lo que les dicen a esos inversores. Porque, es natural, los gerentes de los fondos de inversión y los funcionarios de los organismos internacionales con sede en EE.UU. y en Europa no leen AgendAR ni otros medios locales, ni tampoco las gacetillas del gobierno argentino. Forman su opinión con el Financial Times, el Wall Street Journal, la BBC… Abajo, una breve síntesis de sus comentarios. Y un enlace a la versión en nuestro idioma del original:
«El presidente de Argentina, Mauricio Macri, está resultando mejor operador político que gestor de la economía.
Dos veces alcalde de la ciudad de Buenos Aires, el ingeniero de 59 años empezó su carrera política en el seno del poder: el fútbol, desde la presidencia de Boca Juniors.
Luego creó la primera fuerza que logró derrotar al bipartidismo que gobernó Argentina por décadas. Ganó unas reñidas elecciones presidenciales y legislativas. Y con eso consumó una profunda división en la oposición.
Pero esta semana, la continuidad del proyecto político que creó Macri se puso en riesgo por lo que muchos pensaban que iba a ser su punto fuerte: el manejo de la economía.
Hasta esta semana, Macri contaba con un sólido apoyo del 40% de los argentinos, según varias encuestas. Se le consideraba favorito para ser reelegido en octubre de 2019. Él hablaba de importantes logros, como bajar levemente la pobreza, volver al crecimiento y detener la corrupción.
Pero al haber acudido al FMI, que tiene 75% de rechazo debido a un historial de fracasos, es probable que muchos se desencanten con este gobierno de tecnócratas graduados de Harvard y Oxford.
Los cuatro errores que detalla la BBC:
1. No controlar la corrida cambiaria
La ida al FMI fue anunciada después de que el peso argentino se devaluara un 15% en dos semanas.
Aunque el gobierno atribuyó el desplome a la coyuntura internacional y es cierto que diversas monedas latinoamericanas han perdido valor respecto al fortalecido dólar, ninguna otra cayó tanto debido a los capitales que atrae Estados Unidos.
El Banco Central intentó mitigar el desplome del peso sacando US$5.000 millones de sus reservas en una semana para abastecer el mercado de dólares y subió la tasa de interés a 40% para promover el ahorro en pesos.
2. Volver al mundo en tiempos de proteccionismo
Macri dice que heredó de Cristina Fernández de Kirchner un país con grandes desequilibrios que a largo plazo estaban destinados a generar más inflación, déficit y recesión.
Su estrategia para solucionar esto fue lo que él llama «volver al mundo».
La expresidenta tuvo grandes peleas con el mundo financiero hasta el punto de que Argentina dejó de recibir financiación de los mercados.
Macri saldó las deudas con Wall Street y empezó a emitir deuda.
El problema de volver al mundo, afirmaron varios internacionalistas en su momento, es que el mundo ha cambiado: Estados Unidos eligió un presidente proteccionista y la Unión Europea está ocupada negociando los términos del Brexit.
Macri esperaba firmar tratados de libre comercio con ambos bloques; que vinieran grandes inversiones; que se estabilizaran los precios de las cosas importadas. Pero nada de eso ha ocurrido.
3. Ajustar la economía gradualmente
«Implementamos una política económica gradualista que busca equilibrar el desastre que nos dejaron en nuestras cuentas públicas; cuidando a los sectores vulnerables y al mismo tiempo creciendo, generando así más empleo y desarrollo», explicó Macri en su declaración.
La palabra «gradualismo» es una de las claves de este gobierno. Se refiere a que el ajuste del gasto público —que busca ordenar las cuentas del Estado y bajar el déficit y así la inflación— se hará de a poco.
El aumento de las tarifas de los servicios públicos, que antes estaban congeladas pese a la inflación, es el ejemplo más citado. Pero incluso sin haber terminado el ajuste total de las tarifas, ya muchos argentinos pagan hasta un tercio de sus salarios por agua, luz y gas.
4. No generar un consenso sobre lo que hay que hacer
Además de erradicar la pobreza, la inseguridad y el populismo, la gran promesa de Macri fue dejar atrás la confrontación.
Argentina ha vivido décadas de fuerte división política que han impedido la implementación de un modelo socioeconómico sostenido en el tiempo. Macri prometía bajarle el volumen a la discusión política y en parte por eso muchos lo votaron.
Pero con el tiempo han ido acumulándose las denuncias de presión a la justicia y a la prensa, de opacidad gubernamental y de conflictos de intereses en un gobierno de empresarios».